Epilogo: El final del comienzo y el principio del final

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Movimiento, siento movimientos en mi cuerpo. Me desperté en la carreta, lleno de vendajes y con algo de dolor en mi cuerpo. Segundos después me di cuenta, todo se terminó. Veronica murió, Abaruk y Stella también murieron, Kenner escapó, pero creo que ya lo están buscando. Todo salio bien, todo salio como esperaba que saliera a pesar de todo en lo que yo dudaba. Hiro en la carreta ya me estaba esperando a que me recuperará, estaba recostado sobre el piso de la carreta.

-Hola Thomas- la primera voz que escuche es de alguien familiar.

-Hola Hiro... ¿Dónde estamos?

-Estamos en una carreta, vamos de regreso a Roswall.

-Ya veo... ¿Qué paso antes de que Veronica me matara?

-No se si este de acuerdo con que te matara pero... se lleno una carreta de prisioneros para que los forcemos a decirnos donde están los demás miembros de Saranus.

-¿Y Kenner?

-Escapó con algunos de los miembros.

-Entonces...

-Si Thomas todo este asunto de Saranus término.

-Me alivia saberlo.

Me levanté y me senté a su lado, mi sueter que era mi único recuerdo de mi mundo tiene un agujero en el estómago. Pero no importa, puedo repararlo.

-Hiro...

-¿Sí?

-¿Ya te dije que las amo? Se que se los dije a ti y a Shinon, pero...

Ella sonríe, pero luego su sonrisa desaparece. Su mirada baja, al parecer algo llego a su mente...

-¿Qué pasa?

-...

Ella muestra una cara de tristeza y arrepentimiento, algo no está bien.

-No me asustes Hiro ¿Qué pasa?

-Shinon...

-¿Qué? ¿Ella qué, Hiro?

-La capturaron...

-¿Qué?

-... no pudimos hacer nada.

-Capturarla ¿Cómo?

-Kenner la dejo inconsciente y se la llevo, el señor Sanico intento detenerlo, pero las rocas que caían del techo no lo dejaban...

Me levanto furioso.

-Tenemos que volver, ordena que...

-No podemos hacer nada.

-¿Por qué?

-Porque fue hace más de dos horas, lo siento.

Al escuchar a Hiro decir eso me lleno de ira, molestia, tristeza. Sentía de todo, cada sentimiento que pasaba me recordaba algo... falle, no pude protegerlas a las dos. De nuevo impotente, de nuevo inútil, de nuevo inservible, de nuevo fracaso.

Al escuchar que no pude hacer nada caí de rodillas al suelo de la carreta y comencé a llorar, las lagrimas recorren mi cara hasta caer en el suelo de la carreta. Hiro me abrazo e intento consolarme acariciándome el cabello.

-No la pude proteger...

-Lo sé...

-Lo siento, Shinon... no pude ser el héroe que querías. Perdóname...

-No te preocupes Thomas, vamos a encontrarla...

Voy a encontrar a Shinon, no dejare de buscar, no dejare de protegerla, no dejare que la lastimen. Seré su héroe como ella quería, juro que la salvare. Juro que...

-Voy a encontrarte, Shinon...

Lo juro.

FIN

Las cronicas de Roswall Volumen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora