Reinicio

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Parte 1

Cuando me recupere, Sali directo a casa de Hiro a recoger mis cosas y también por Shinon. Fue un largo recorrido, pero por fin habíamos llegado a la mansión de la familia Balstre, era casi idéntica a la del señor Efedor en exterior.

Estando consciente de que ya no estaría con Hiro comencé a entrenar con el maestro de la espada Sanico Nurio quien era el sirviente de Hayami, me hice la tarea de demostrar a Hiro que yo puedo ayudarla.

Pasaron unos días antes de que pudiera acostumbrarme al nuevo ambiente en la mansión, era la mañana del quinto día en la mansión Balstre.

El tiempo que pasaba solo pensaba en Hiro hasta cierto punto de que pensé que la amaba de verdad, pero nada de eso me ayudaba a pensar en una idea de cómo ayudar a Hiro, inclusive se lo preguntaba a Shinon, pero ella tampoco tenía una idea de cómo podía ayudar.

Esa misma noche, la señora Hayami y yo tuvimos una cena como invitado.

Solo ella y yo estábamos en el comedor, ella lucía un vestido azul que hacía resaltar sus ojos, los cuales parecían amatistas su cabello morado tampoco la hacía quedar mal.

El vestido era de una sola pieza, tenía un escote que hacía resaltar su lado femenino y maduro. La elegancia y belleza de Hayami la hacía ver como una mujer adulta, madura y femenina.

Aunque ella parecía estar calmada no apartaba la mirada de mí, hasta que...

-¿Qué es lo que sucede, sirviente de Hiromi?

Era como si supiese que algo anormal pasara en su casa, no le respondía nada, pero insistía hasta que cedí.

-Lo explicare de esta manera, recuerda lo que paso en el castillo, cuando desafié al caballero Basturu.

-Si lo recuerdo. Antes de que lo desafiaras diste un sermón de que porque el amuleto debería escoger a la señorita Hiromi y todo eso. ¿Qué tiene que ver eso con lo que paso entre usted y la señorita Hiromi?

-Lo que pasa es que me dio un ataque de ira y le dije cosas que quisiera no haberle dicho, pero yo simplemente quise protegerla de las futuras humillaciones que le pudieran hacer en el futuro. Es irónico que fuera yo quien la humillara

Hubo un silencio hasta que respondió de la siguiente manera:

-Una persona defiende a otras personas por el simple hecho de que son importantes para ellas, en tu caso, es porque te importa la señorita Hiromi. Sin embargo, el coste del querer proteger a aquellas personas es, la alta posibilidad de cometer errores y que lastimes aquellos que juraste proteger. Eso fue lo que te paso, -me señala- al querer demostrar que la señorita Hiromi era la más apta para gobernar Roswall, cometiste el error de lastimarte a ti mismo y lastimarla al alejarte de ella. Considera lo que te menciono y piensa si ayudas o perjudicas a la señorita Hiromi.

Me dolió, pero tenía razón, no supe cómo defender a Hiro y ahora es el hazmerreír de los lideres actuales y la lastime, pero no quería aceptar que la lastime debía compensárselo, pero me pidió que me quedase en casa de Hayami hasta que terminase la selección de la Reina.

¿Qué podía hacer? No lo sabía.

Al día siguiente, Shinon y yo fuimos a comprar a la plaza mayor de Roswall, esta plaza se encontraba en la región sur.

Shinon me había hablado de este lugar, estaba conectada a un camino que estaba conectado a la vez con las otras dos regiones.

Este camino conectaba tres puntos importantes en las regiones, en la región norte estaba el gran bosque Elblum, en la región centro estaba la capital de Roswall y en la región sur estaba la plaza mayor de Roswall.

Las cronicas de Roswall Volumen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora