Siempre lo supe

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Parte 1

En la mañana siguiente, todos nos pusimos en movimiento para poder ver el santuario. Todos estábamos tratando de abrir esa puerta, pero no se movía de su posición, el señor Sanico Nurio uso su espada para partir la puerta en pedazos, no funciono.

Hayami intento empujar la puerta con un hechizo de viento, no funciono. El señor Efedor uso un hechizo de fuego para incinerar la puerta, no funciono. Y yo intente abrirla de la manera más simple, por la manija, no funciono.

Cada intento fallido solo nos decía que era imposible de abrir y que dejáramos esa puerta en paz, pero algo está mal, es decir ¿Por qué no abre?, ¿Qué es lo que hay allí dentro que no nos deja pasar? Y lo más importante, ¿Qué es lo que hará para revelar mi secreto?

Seguimos intentando, según lo veo son las cuatro de la tarde. El sol ya estaba bajando y si mis cálculos no me fallan llevamos más de seis horas intentando abrir esa puerta, no hemos hecho ningún avance en nada.

Para intentar relajarme fui y caminé un poco alegado del campamento, intentaba pensar que era lo que debía hacer para esta situación. Solo dejare de pensar por un momento y me relajare y me pondré cómodo en la tierra "Es cómoda y huele bien esta tierra. El viento sopla una agradable brisa en mi rostro, creo que podría acostumbrarme a esto" estaba a punto de cerrar los ojos para poder dormir un tiempo cuando escuche un sonido de ramitas rompiéndose cerca mío. Hay alguien caminando cerca de mí.

-¿Quién es?- dije para llamar su atención.

-Soy Shinon. Perdón si te asuste- aparece detrás de un árbol

-¿Qué es lo que haces?

-todos nos tomamos un descanso y yo salí a buscar un lugar secreto que tenia de niña

-oh entiendo.

-puedo sentarme a tu lado

-Si, no hay problema

Ella se siento a mi lado y me levante para poder estar a su altura, se quedaba viendo firmemente un árbol frente a ella mientras se abrazaba ambas piernas. Recostó su cabeza en sus rodillas, se siente mal, algo me lo dice.

-¿Qué pasa?- le pregunte

-No creo que podamos abrir esa puerta- me responde triste.

-no te preocupes.

-si me preocupo, si no podemos tendremos que actuar sin información y no hallaremos nada, además de que algo no está bien.

-¿Qué seria eso?

-¿Por qué esa puerta está cerrada?, me es muy ilógico que esa puerta este cerrada y técnicamente ningún arma o intento no la abra.

-Supongo que tienes razón

-Perdón, solo que no puedo creer que después del esfuerzo que hicimos para encontrado no se pueda abrir. Pero gracias por preocuparte.

Me sonríe:

-No te preocupes, para eso estoy- le respondí con una sonrisa.

Aunque la hice sentir un poco mejor el hecho de que dijo eso, no podía evitar sentir que tiene algo de razón. El esfuerzo que hicimos fue para nada, nos quedamos un rato en silencio hasta que me dijo:

-¿En qué piensas todo el tiempo?

-¿A qué te refieres?

-Siempre te ves callado y no hablas ni diriges la mirada hacia nada, quiero suponer que intentas encontrar una solución y es una pregunta que tengo desde hace mucho tiempo.

Las cronicas de Roswall Volumen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora