ARCO DOS: ILUSIONES

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(Prólogo)


La leyenda de los Señores del Agua y del Viento era trágica de narrar. En el reino humano era una historia que causaba desdén a cualquiera que escuchara hablar de aquellos dioses; la gente escupiría al escuchar el nombre de los hermanos Shi, esto al repentinamente dejar de atender a sus adoradores. Se sabe que sus templos fueron destruidos por sus propios creyentes y sus imágenes reducidas a polvo.



Lo mismo había ocurrido con el Señor de la Tierra, quien súbitamente había abandonado su cargo, dejando a sus oradores a la deriva.



En la Corte Celestial era una historia que los oficiales preferían no recordar en absoluto. Tal parecía que después de descubrir al villano número uno de los cielos, los dioses habían preferido olvidar a quienquiera que haya formado parte de su corte antes de ese infortunado suceso.



Y así transcurrió el tiempo. Cuando en alguna ocasión se escuchaba hablar del Shi QingXuan los oficiales optarían por bajar la mirada, cerrar la boca y seguir su camino sin inmiscuirse más de la cuenta.



Aquel Dios que había tenido méritos de sobra, una vida llena de riquezas – incluso para repartir a los dioses menores – ahora vagaba por las calles. Ni un solo dios de los que antes a manos llenas recibían de sus méritos, de sus riquezas y recibían cualquier ganancia de él se puso de pie a defenderlo ahora que se trataba de un simple mortal. Ninguno devolvió siquiera una muestra mínima de misericordia ni de respeto. Sabían que algún día ese nombre seria olvidado por completo en cuanto él dejase de respirar. Esta vez nadie lo evitaría.



En cuanto al Demonio de Agua Negra Xuan, los oficiales y toda la corte celestial se encargaron de no perseguirlo jamás. En las palabras del nuevo Emperador Celestial "él había contribuido significativamente en detener a Jun Wu"



Sin más, los mismos oficiales supusieron que había más que solo un gesto de cortesía entre los Reyes Demonios; acordaron no molestarlo temiendo enfadar a Lluvia Carmesí que Persigue una Flor por la evidente amistad que ambos demonios mantenían. Incluso aunque fuese negada por ambas partes.



Y así, la leyenda continuó. Los dioses continuarían sus labores hasta que sus creyentes dejaran de orar.


Los humanos vivirían hasta que la enfermedad los asaltara y el tiempo comenzará a correr en sus contras.


Los demonios seguirían existiendo hasta que sus almas hayan cumplido con sus objetivos de aferrarse a la vida...


Pero...


¿Qué pasa cuando una calamidad que nació por la venganza ya ha cumplido su objetivo?



La mente de un demonio puede ser un lugar peligroso, incluso para él mismo. Especialmente un demonio que ha perdido todo... tanto en la vida como en la muerte.


Los pensamientos lo inquietarían, los sueños se tornarían en pesadillas, las sonrisas caerían en lágrimas y las muestras de afecto se derramarían en ríos de sangre.


Después de meses en ese abismo que eran sus pensamientos y recuerdos, al fin una chispa de luz se iluminó en las tinieblas de su mente emitiendo una cálida ola de calor que consigo trajo una idea que le brindaba cierta paz...



¿Se aferrará al final a este pensamiento? 


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Hola Beefleafvers. Les agradezco mucho por leerme uwu

El siguiente capitulo lo estaré publicando en algunas horas después de realizar algunos ajustes. 

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