El rostro de QingXuan ardía y con labios temblorosos observó cómo la tela de su vestido se deslizaba hasta más abajo de sus rodillas. He Xuan no pudo evitar admirar cómo cada centímetro de esa piel de jade era revelada ante sus ojos: vivida, pálida y extremadamente lisa. No quería olvidar ningún pliegue, ninguna curva, ningún lunar...quería grabarlo todo en su mente, dibujarlo en un lienzo y esconderlo por siempre, incluso de sí mismo.
Con un movimiento desesperado, los labios del demonio capturaron nuevamente los del dios, pero en esta ocasión sus manos atacaron algunos lugares en particular: una se situó sobre su pecho liso y firme, merodeando las yemas de sus dedos sobre la piel de porcelana; y la siguiente mano se dirigió a la rodilla del Señor del Viento.
Ambos movimientos repentinos obligaron al joven maestro a contraer su pecho y retirar su pierna; aunque el supremo jamás permitiría que se alejara lo suficiente: no ahora que al fin lo tenia a su merced.
Pasaron un par de segundos antes de que la mano del supremo se deslizara hacia los muslos del dios. Asustado y confundido solo pudo apretar los labios y echar su cabeza hacia atrás mientras esa sensación hormigueante vagaba por la piel interna de sus muslos.
Mientras, la otra mano ya se había apoderado de uno de sus pezones, el cual se encontraba coloreado cual pétalo de flor de cerezo y la boca del supremo no dejaba de encargarse de la suya. Llegó al punto donde su sangre bombeaba con tanta rapidez como el aleteo de un colibrí impidiéndole pensar claramente.
"¿Cómo está esto pasando? Realmente... ¿realmente se trata de un sueño?" la mente de QingXuan comenzaba a cuestionarle sus acciones. Todas las emociones eran reales, cada movimiento feroz y decidido le enviaban una oleada de emociones desconocidas acompañadas de una onda intensa de calor: al igual que sol a medio día durante el verano.
Con la voz baja, mientras el supremo se encargaba de lamer y mordisquear el contorno de su cuello y sus manos aún acariciaban los muslos y los pezones, a pesar de la gran satisfacción que ambos sentían, QingXuan hizo un esfuerzo por apartar su mente de los movimientos despiadados de su compañero en sus pezones ya endurecidos y acto seguido se atrevió a interrumpir.
–M...ming-xiong – su voz vacilante resonó suavemente en los oídos de He Xuan. Él sabía que el tiempo para estar con QingXuan era limitado, así que lo ignoró y continuó con su tarea.
–Ming-xiong – está vez el tono fue más audible y menos irresoluto.
–Mmn... – al fin respondió el demonio Xuan con tono malhumorado.
– ¿E-es en verdad esto un sueño? – QingXuan preguntó sin rodeos y tratando de contener sus jadeos mientras seguía siendo presionado y estimulado por las frías manos de su compañero. El demonio se mantuvo aún enterrado entre los cabellos y la piel a un costado del cuello del maestro elemental, sin siquiera volver su cabeza. Con tono grave y autoritario articuló.
–Y si no lo fuera... ¿qué harás? Tú ya eres mío. Estás debajo de mi cuerpo, estás al alcance de mis manos y tu piel está al alcance de mi boca – está vez sus dientes se clavaron en la carne tierna y QingXuan gimió suavemente.
–Es que... no quería que las cosas sucedieran así entre nosotros... – Esa frase atravesó como una estaca de hielo el corazón del supremo. Rápidamente su deseo comenzó a reducirse y utilizó sus manos para levantarse a unos centímetros de su pareja. No podía creer que ese mocoso se atreviera a rechazarlo, incluso bajo los efectos del alcohol.
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ANTES DE QUE TE DIGA ADIÓS
FanfictionHe Xuan ascendió a los cielos con el único propósito de vengarse de sus desgracias provocadas por los hermanos Shi. Sin embargo, no podía negar que aquello que en un principio había sido un profundo odio se había convertido en un profundo deseo por...