15. Desvanecidos en la brisa

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En medio de ese bosque solitario, Shi QingXuan seguía atascado en esos fragmentos de memoria.

La mujer sobre él seguía acariciándole ávidamente, podría sentir claramente su manos frías corriendo por su piel, sus uñas de esmalte negro, ligeramente afiladas, provocándole escalofríos del placer y sus labios de carmin profundo besando cada centímetro con delicadeza.

Por más que intentaba aclarar su vista no podía, olfateaba profundo tratando de encontrar una pista, pero era inútil...

Finalmente, su propia voz despertó

—Quiero sentirte nuevamente dentro, Ming-Jie — tanto él como su pareja se quedaron congelados un momento

—No, eso dolerá

—No, no... esta vez me quedaré así. No dolerá. No debería

El Shi QingXuan del presente empezó a sentir su cuero cabelludo hormiguear intensamente y su pecho entumecido, será... ese nombre...

Y con un beso profundo en los labios, el roce de cuerpos comenzó a cambiar gradualmente. El pecho redondo de la otra parte se redujo, la complexión delgada cambió por una con mayor músculo, la esencia femenina se dispersó para ser remplazada por una esencia masculina dominante, pesada, asfixiante... y por último esa voz que creyó no volvería a escuchar ni en el inframundo surgió del pecho musculoso y ahora vibrante.

Shi QingXuan perdió la noción del tiempo, la razón de su existencia. Olvidó donde estaba parado.

Y como una pesadilla prohibida el rostro de ese hombre apareció frente a él, sobre su cuerpo desnudo, presionándose fuertemente...

Está vez los huesos de Shi QingXuan se entumecieron hasta el grado de creer que se pulverizarian, el cuero cabelludo le hormigueaba sin cesar hasta atravesar su cráneo, las manos se le llenaban de sudor. Sentía un temor mortal al grado de sentir su corazón detenerse en cualquier momento, la sangre corriendo incandescente por sus venas, sus párpados temblando, sintiendo ganas de llorar y gritar...

—¡No! ¡NOOO! – de pronto su misma impresión lo arrojó fuera de esa ensoñacion, estaba de nuevo junto a ese arroyo, su misma fuerza le hizo caerse hacia atrás y golpearse. Se dio la vuelta y se quedó ligeramente hincado con la mirada hacia el suelo debajo de su cuerpo

Agarró el pasto con ira, impotencia... Empezó a sollozar

—¿Él? ¡Por qué él! – comenzó a llorar y a maldecir, aún dando la cara hacia el suelo... — Él ni siquiera... Yo...

—Debes odiarme mucho, sentirte asqueado por saber la verdad – Shi QingXuan se quedó en blanco, escuchó la misma voz de su ensoñación cerca de él, ni siquiera se atrevió a levantar la vista... Ya sabia quien era... Cómo olvidarlo...

"Su calamidad personal"

Podia escuchar su corazón palpitar fuertemente, el sudor cubriendo su frente y lo anterior de esos recuerdos aún llenándole la mente. Se quedó ahí arrodillado mirando el piso mientras los pasos se acercaban. Como un mortal podía sentir esa presencia abrumadora junto a él; el tipo de presencia que puede destruir ciudades enteras si quisiera. Su pulso bombeaba en las arterias de su garganta, sentía que se asfixiaba en el calor del mismo infierno.

Y así las botas negras y la túnica con detalles dorados aparecieron en su vista periférica aún sin levantar el rostro.

Temblaba, temblaba incontrolablemente. Sabía, sabía que el día llegaría. Sabía que un día después de tanta miseria este hombre vendría personalmente para llevarlo a la puerta del inframundo, arrojarlo a los brazos de la muerte feliz de saber que jamás reencarnaria.

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⏰ Última actualización: Oct 01, 2023 ⏰

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