11. El Joven Que Derramó Su Llanto

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*Tian Sen (田森), a 800 millas al noroeste de la capital imperial*


En tan sólo un pestañeo, Xie Lian y Shi QingXuan se encontraban en la ciudad donde llevarían a cabo su exorcismo previamente contemplado.



Su alteza real el príncipe heredero había sacado unos dados repentinamente de las mangas de sus túnicas, sumamente familiares para el antiguo maestro del viento. Ni siquiera se lo pensó antes de lanzarlos al azar frente a la entrada de su templo.



Al empujar la puerta frente a los ojos de Shi QingXuan apareció un salón de té modesto, pero espacioso. El ceño de Shi QingXuan se hizo presente en su frente y abrió la boca para preguntar.



-Eh...su alteza... ¿Este es el lugar correcto? - expresó el mendigo rascando su cabeza y dejando caer un poco de polvo de sus cabellos al realizar esta acción. Su alteza comenzó a caminar a través de las mesas, algunas vacías y otras más ocupadas por un par de personas manteniendo conversaciones apartadas. La luz bañaba el lugar en un tono rojizo que se filtraba por las ventanas a causa del ocaso.



-Así es QingXuan, es correcto - se giró ligeramente hacia el antiguo maestro del viento quien había avanzado arrastrando su pierna y balanceándose ligeramente al andar. Obsequiándole una ligera sonrisa, Xie Lian lo guiaba a una mesa algo alejada de las personas presentes en aquel salón de té. Ambos se sentaron mientras un joven se aproximaba a ofrecerles el té de la casa: jazmín.



Mientras el mesero se disponía a retirarse, su alteza lo tomó del brazo y lo hizo inclinarse para decirle algo al oído, algo poco audible para el mendigo, quien giró su mirada hacia el otro lado evitando inmiscuirse en algo que claramente no era su asunto. El mesero solo asintió y partió directo a la cocina con la orden recibida, Xie Lian al fin explicó.



-A pesar de que esta es la ciudad, este no es el lugar del exorcismo. Quien solicitó mi ayuda fue el gobernador de esta pequeña ciudad, aunque... - Xie Lian tomó un sorbo de su té y después contestó - Voy a fingir ser un cultivador y necesito que tú también lo hagas QingXuan ­- la mirada de determinación cambió en el dulce rostro de Xie Lian.



QingXuan se apresuró a contestar



-¡Sí, sí su alteza! Yo estoy dispuesto - lo dijo con todo el ánimo y la disposición por hacer un buen trabajo y, sobre todo, un buen apoyo para su ahora único amigo del pasado.



Mientras su alteza sostenía el pequeño tazón con ambas manos repuso con voz firme



-Hoy volveré a Ciudad Fantasma por algunas cosas que necesitaré. QingXuan, necesito que te quedes en esta casa de té por la noche. Ya he reservado una habitación para ti. Puedes tomar un baño y dentro encontrarás unas túnicas de nuestra supuesta secta - instruyó Xie Lian



Shi QingXuan sólo asintió repetidas veces, sin explicarse como Xie Lian había actuado tan rápidamente...Luego recordó que al ser compañero de Hua Cheng seguramente tendría fantasmas apoyándolo, incluso asistentes en este salón de té actuando desde las sombras...



-Sí, sí su alteza. Le prometo no hacerle perder cara y ayudaré tanto como lo necesite - los ojos en media luna de QingXuan se hicieron presentes, así como sus hoyuelos claramente marcados en su pequeño rostro. Su alteza solo pudo devolver con otra sonrisa su cortesía y apoyo.



Así, al finalizar el té, Xie Lian se puso de pie y Shi QingXuan lo siguió. Subieron por varias hileras de escaleras que estaban al costado de este gran salón hasta que se extendió un largo pasillo en lo que parecía ser el último piso de ese lugar. Pasaron frente a algunas puertas y al final del pasillo Xie Lian empujó la puerta de madera de la ultima habitación. Hizo un gesto para que el antiguo señor del viento pasara y el mendigo se apresuró a entrar.



ANTES DE QUE TE DIGA ADIÓSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora