c҉Capítulo Nueve

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"El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho"

—Miguel de cervantes.

-Capítulo Nueve-

Estar en un lugar tan cerrado me hace respirar con dificultad. No me gustan los lugares oscuros. Estar tan inclinado y no poder sentarme me esta logrando poner de mal humor.

—Quédate quieto, ¡idiota! —Exprese mientras intento no moverme tanto, pero mi mejor amigo me lo impide porque esta ocupando todo el espacio en este lugar.

—Quédate quieto tú, Dylan. —Hablo. Él está observando la entrada de la puerta de la habitación de mi padre.

Yo hice lo mismo que el, hasta qué, recordé que aún no pasa nada de lo que me dijo hace unos momentos.

—Todavía no entiendo porqué sigo aquí. —Resople—. Él me miro con desaprobación. Esta posición en la que estoy no me gusta.

Luego él se puso de pie. Yo hice lo mismo. ¿Es que mi propio mejor amigo está jugando conmigo a encuentra al mafioso?, No lo creo.

—Lo mejor está por venir, Dydy.

Yo con mis manos en los bolsillos de mis pantalones lo mire y deje escapar una sonrisa triste.

—Lo mejor, dejo de venir hace mucho Acoidan.

Él no dijo nada y optó por guardar silencio.

Eso, solo, guardar silencio... me hace recordar tantas cosas... el solo hecho de que estemos en silencio me hace recordar muchas cosas porque... mi mente, no está tranquila.

Se acomodó nuevamente por lo que solté un quejido de dolor. Acoidan se dio cuenta y encendió la linterna en su celular para ver que fue lo que me dolió tanto.

Arrugo sus cejas y sus ojos gracias a la luz de su celular se encontraron con los míos.

—Levántate un poco la pollera. —Exigió el.

No lo hare.

Estar dentro del baño de mi padre es la peor idea que se le pudo haber ocurrido. Además, con la luz apagada cuando el botón para encender la luz se encuentra por fuera de la entrada del baño. Brillante idea.

—Dylan eres cómo un hijo para mí, muéstrame porque te causa dolor que te rosara el abdomen, ¿te volviste a meter en una pelea?

Agradecí que apagara la luz de su celular.

—Acoidan, tenemos la misma edad y me consideras tú hijo. —Ironice.

Hubo un silencio.

Luego él hablo:

—No me importa que edad tengas, siempre te voy a cuidar, y te veré cómo un hijo ahora y cuando seamos ancianos, Dydy, ahora, cuéntame qué pasó.

Yo me crucé de brazos.

—Una jovencita estuvo apunto de ser violada, la salve de eso, esos tipos no la iban a dejar, ni siquiera intentaron hablarlo, ellos.... —Recordé el dolor que me causo cada patada a mi abdomen. Pero lo importante es que pude salvar a esa jovencita—. Me golpearon.

—Dylan, déjame revisar eso... —Él se intentó acercar, pero yo me aparte al instante. Me pude guiar por el lava manos del baño de mi padre. Él no se dio por vencido y me siguió—. Deja ver eso ahora, o no te dejare ser padre.

No me sorprendí ante eso. Me senté en la tapa del baño y pasé las manos por mi cabello, desordenándolo por completo.

—Sabes perfectamente, que no quiero ser padre.

¡Tú! Romperás mi corazón ®️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora