El oscuro pasado de Dylan lo vive atormentado desde aquel horrible día. Después de haber presenciado algo tan macabro para un chico de 12 años. Lo volvió un chico frió, distante y con mucho odio hacia su padre.
¿Cómo seguir si ella ya no está?, ¿Es...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
✎Mi consejo es: Nunca hagas mañana lo que puedes hacer hoy. La procrastinación es la ladrona del tiempo.
—Charles Dickens.
-Capítulo Doce-
Casi no podía creerlo. No se me había quitado el apetito, pero me sorprendió tanto, al ver a Rachel, esa chica que, en silencio, no pensé volver a verla. Ella me mira con los ojos como platos. Su cabello este envuelto en una coleta. Lleva una jardinera corta de color marrón. Lleva unos tenis color azul con blanco y unos calcetines que logro ver, de Hello Kitty. Mariposas, lleva aretes de mariposas de color blanco.
Reaccioné y seguí comiendo. Ignorarte, es lo mejor que puedo hacer, Rachel. Fingí una sonrisa y terminé de comer lo que me quedaba. Noah se encuentra con la boca abierta sin creer que ella este aquí. La chica me miraba a mi y a Rachel al mismo tiempo.
—Bueno... —dijo rompiendo el silencio que había entre nosotros—. ¿Qué les pareció?
Noah casi se atraganta.
—Sorprendente, pensé que Dylan casi caía al hospital por ver a Rachel. —expreso Noah mientras nos miraba. Al escuchar eso, apreté mi mandíbula y le hice señas para que no siguiera el capto mi mirada y asintió y escuche la risa de ¿Rachel? Creo que sí, pues hasta ahora, la escuche reírse.
—Dylansé que no te agrado, pero, deberías saludar a tu hermanastra. —dijo Rachel a micostado.
Yo me giré para mirarla y le sonreí.
—No es que no me agrades, es solo que no me espere encontrarte a ti, aquí. —Dije mientras aclaro mi garganta.
Luego doble el pequeño plato de plástico de color marrón y lo fui a dejar al reciclaje que tienen en Japón. Camine nuevamente a donde me encontraba hace unos segundos, algo dentro del bolsillo de mis jeans vibro. Por supuesto que mi celular.
Deje de caminar y saque el celular dentro de mi bolsillo y cuando vi quien es, mi mal humor salió a flote.
Iba a rechazar la llamada, pero mi intuición me dijo que contestara.
—¿Qué quieres? —hable malhumorado. Mire a Noah que se encontraba riendo y hablando a la vez con Rachel y la vendedora.
Sentí risas en su voz.
Apreté mis dientes y los puños de mis manos.
—Ven ahora, haremos otra matanza.
Trague saliva y olvide lo que es respirar. De verdad, lo olvide.
No, no puedo con esto.
Ya no quiero seguir escuchando eso, no quiero que eso siga pasando, no quiero seguir siendo testigo de eso. ¿Pero cómo lo detengo?
No dije nada, corté la llamada. Después de esa llamada, camine para decirle a Noah una excusa de que no me sentía muy bien, lo cual no se si me creyó, pero, prefiero ver eso yo, a que las tenga que ver Noah. Quiero seguir recibiendo todo eso yo, no quiero arruinar la vida de Noah.
Pase por unos hermosos árboles y pensé que un árbol siempre llamara la atención sea la persona que sea, por sus hojas, pocos nos damos cuentas de los arboles que se encuentran secos, que ya casi no le quedan hojas.
Hay veces en las que así me siento. Que necesito de un empujón para que pueda tener una hoja que me ayude y me hidrate mis hojas. Solo yo puedo hacer eso y es por eso, que así me siento.
Me siento frágil y con dolor. Solo quiero dejar esto, de verdad lo quiero dejar.
Con toda la tristeza que llevaba conmigo mientras caminaba a ese lugar, cuando llegue, fue inevitable no recordar los gritos de ella.
Necesito dejar esto atrás, ella esta descansando, no la quiero preocupar. Ver eso, de verdad me marco y lo llevo conmigo todos los días. Yo también necesito seguir. Necesito aceptar que eso sí paso y lo único que me queda es recordar lo buena que fue conmigo, su cariño, sus palabras tan dulces, su amistad de amiga y madre.
Te extraño, mamá. —Dije en voz alta.
Las personas dentro de este lugar miran papeles desde su escritorio y no dejan de escribir. Puede parecer un lugar muy "normal" pero no lo es.
Llegue a la puerta de la habitación que por fuera tiene un cartel que dice, si no eres Dylan, Noah, Ethan, Ryan, Percy, Ante, Quenny, etc, no entres.
Abrí la manilla de la puerta y me encontré a una joven, demasiado joven, tirada en el suelo. Se encuentra sin ropa y llena de moretones.
¿Qué es esto?
Lo primero que escuche tras cerrar la puerta a mis espaldas fue escuchar el grito de la joven.
Me gire y camine hacia ellos. Mi padre la esta ahorcando despiadadamente. La chica solo llora y grita.
Lo siento, tal vez reciba lo mismo que ella, pero no puedo dejar que la mate, no puedo.
Me acerque a él, y lo tire con toda mi fuerza.
Los demás se encontraban sorprendidos. Mi padre se puso de pie y rápidamente tomo un cuchillo y todo paso tan rápido que me lo enterró cerca de mi costilla. Me entrara una infección eso lo sé, porque fue en la costilla donde me golpearon, no fui al médico, eso es lo peor.
Quito el cuchillo y lo volvió a enterrar apretando con fuerza. El me miraba con ira, con furia. Yo cuando quito el cuchillo de mí, caí rendido al suelo.
Me acerque a la chica y la intente cubrir, no merece esto. Mire a mi padre desafiante, pese a que puedo morir en cualquier momento, la voy a defender.
—Apártate, hijo de puta. —Me grito.
Al escuchar eso. Tambaleado, me puse de pie.
Luego cuando quede cerca de él. Lo golpee, tan fuerte. Cuando el se enderezo, mire su labio y la sangre que comenzaba a salir.
—Vuelves a hablar así de ella y te juro que te voy a quemar vivo, en este mismo lugar, te hare cosas peores de las que le hiciste a esta muchacha.
El me golpeo. El cuchillo lo tenia en su otra mano.
No me importo el dolor que ya tenía en mí. Deje que me golpeara. Con mis manos, evitaba que la sangre siguiera saliendo.
—Tráiganle una silla a Dylan y una cuerda para que lo amarren y vea el espectáculo, no es necesario que hagas algo, me bastara con que todo esto que veas, quede en tu memoria, porque, nunca podrás sacarme de tu memoria, nunca.
Una hora después
—Si llego a saber que te intentaste acercar o cualquier tipo de cosa a Rachel, este será el final de ella, ¿A caso no comprendes que tu nunca serás feliz? Eres un mal nacido y no dejare que nadie intente enamorarse de ti, lo único que lograras es que las mate y, además —Ethan, paso el cuchillo en vuelto en sangre por su lengua—. Tendrás que ver como las mato.
Yo desde la silla con la cuerda atada alrededor de mi estómago, no podía hacer nada y la chica no pude salvarla, se encontraba muerta y su muerte, la muerte de esta joven, fue de la peor forma, ella no pudo vivir su vida y fue por culpa de él.
Al cabo de unos minutos, yo ya no podía más. Me desataron y mi padre se fue.
Cuando me encontraba tirado en el suelo, escuche los gritos de mi tío y de Noah.