¡Tú! Romperás mi corazón ®️

c҉Capítulo Dieciocho

"La mente hace su propio lugar, y en sí misma puede hacer un cielo del infierno, y un infierno del cielo".

—John Milton.

-Capítulo Dieciocho-

En aquel momento, la puerta fue azotada y callo de golpe hacia el suelo. Ryan, entro desesperado junto a los demás pero de todos los presentes... Ryan es quien menos quería ver a su hermano Ethan cerca de Dylan, o de Noah. Si bien Ryan entendía que ellos dos solo ven como su tío, sus impulsos le ganaban, la rabia, la frustración de querer contarles a ambos la verdad que, desde un principio debió ser dicha y no escondida en una mentira.

El tío frio, y de aspecto serio, actuando como si nada le fuese a afectar... como suelen aparentar la mayoría que ha tenido experiencias o traumas que aún no se han podido sanar pero, con el tiempo, sanaran.

En cuanto Ryan vio a Dylan en el suelo, la furia no la contuvo. El padre de Ethan y Ryan, tuvo que hacer su rol de padre y calmar a Ryan, pues el abuelo... es el único capaz de calmar lo impulsivo que puede llegar a ser Ryan y el único que no siente miedo al verlo de tal forma. Dylan debido a todos los golpes que le dio su padre, se encuentra inconsciente, incapaz de poder mover tan solo un dedo o su cuerpo por si solo. La situación les impedía reaccionar a los demás: Rachel se arrodillo rápidamente hacia donde se encuentra Dylan, tomo su rostro delicadamente y comenzó a acariciar su cabello. Noah se acerco a Rachel y no podía dejar de observar a su hermano. Lágrimas comenzaron a salir del joven. Pese a la frialdad que Dylan mostraba a Noah, entendía el porque era así y no dejaba de admirarlo, no dejaba de adorarlo, después de todo... Noah solo presencio pequeñas cosas que Dylan tuvo que ver toda su niñez hasta su adultez. Acoidan por otro lado, miraba a su mejor amigo sin poder moverse, en su mente no dejaba de recordar aquel momento en donde ambos fueron de paseo mientras llovía y aquella conversación que significo mucho para el. Ver a Dylan de tal manera le hace memoria a la frase que desde que lo conoció lo prometió en silencio:

«Muestras tanta frialdad como yo, tanta arrogancia como yo, tanto rechazo a los demás como yo... es por eso que te prometo Dylan, si tengo que arriesgar mi vida para que tu seas feliz y puedas ver lo muy bonita que es la vida, voy a arriesgar mi vida por ti, en el momento que sea. Eres mi hermano y sí, es una promesa que te hice en silencio. Porque sé que cuando ya seas anciano o ya tengas treinta años, los querrás vivir conmigo porque tu sabes que tus alegrías aunque las escondas ante los demás, van a hacer mis alegrías también, tus victorias me harán feliz al saber que las pude vivir junto a ti, Pero como ambos aprendimos, hay ciertas personas que llegan por un momento y en el otro quizás ya se hayan marchado porque ya se pueden ir en paz. Y me siento en paz contigo, porque en los 15 años que llevamos de amistad, pude sacarte alegrías y pude ganarme tu confianza y ayudarte a superar todos esos momentos que de cierta manera te llevaron a creer que solo te sucederán malas cosas. Lo que te prometí en silencio, hermano. Acoidan».

El abuelo tomo rápidamente del brazo a Ryan pero, fue inútil el forcejeo que intento con su hijo. Ryan tomo del cuello a Ethan hasta el punto de no dejarlo reaccionar. El abuelo tuvo que gritar el nombre de Acoidan quien solo estaba quieto en esta situación, los pensamientos en los que estaba Acoidan desaparecieron y rápidamente fue a ayudar a separar a Ryan de Ethan.

—¿Por qué no me matas hermanito? —Le pregunto de manera prepotente Ethan a su hermano. Acercándose mas a Ryan para crear el conflicto que tanto quiere. La sonrisa de Ethan no desapareció hasta que lo vio a aquel chico entrar a la habitación.

Es como si hubiese visto un fantasma. Ryan no perdió el tiempo y antes de girarse para ver quien pudo haberle quitado esa maliciosa sonrisa a su hermano. Estampo su puño en el rostro de este. Ethan callo de golpe al suelo, cerca de donde esta Dylan y su hermano junto a Rachel.