Pilares Mangakas [GiyuuTan]

Capítulo 26: Cartas al amor de tu vida

La reciente subida de temperatura que experimentó la región de Tokio le hizo recordar dolorosamente a Giyuu que se estaba quedando sin tiempo. Cada día que tachaba del calendario marcaba la cuenta atrás para que su manga llegara a su fin y para que Tanjiro desapareciera de su vida una vez más.

Mitades de julio marcaba el final y cada segundo que pasaba le acercaba inevitablemente a esa fecha.

- ¿Qué hago? – sacó del cajón su cuaderno azul de ideas para Kimetsu no Yaiba – Tanjiro.

Pudo escuchar como alguien desde abajo subía rápidamente las escaleras. Volvió a guardar el cuaderno y esperó a que llamaran a la puerta pero para su sorpresa nadie llamó, Sabito entró abriendo rápidamente la puerta con un pequeño saco entre sus manos.

- ¡Tomioka Giyuu!

- ¿Sabito? ¿Qué haces aquí? – preguntó extrañado, no era usual que Sabito viniera a verle a Finca Mariposa.

- Salvar tu vida amorosa. ¿No crees que ya ha llegado el momento?

- ¿El momento? ¿El momento de qué?

- ¿De qué va a ser? – abrió el saco que llevaba y dejó que su contenido cayera al suelo – Pues de confesar a Tanjiro que le quieres, ¿qué más va a ser?

Shinobu suspiró después de leer un artículo sobre parejas en una revista.

- Mi príncipe fontanero... ¿qué será de él?

Por la mente de Shinobu pasó aquel apuesto fontanero de cabello oscuro, ojos azules y unas pestañas extrañamente familiares.

- ¿Todavía con ese tío en la cabeza? – Sanemi rodó los ojos - Sigo pensando que tampoco era tan guapo.

- Pero sus pestañas... - Uzui se puso a recordarle – Me siguen sonando de alguien pero no sé de quién.

- Seguro que le vuelves a ver Shinobu-chan.

- O no, si de verdad quieres un novio no pongas como candidato a un fontanero que solo has visto una vez. ¿Acaso eres estúpida?

El comentario de Sanemi cabreó a Shinobu la cual frunció el ceño pero relajó su expresión para mostrar una sonrisa.

- Ara, ara, Shinazugawa-san por un comportamiento como ese es por lo que todavía estás soltero. ¿Quién sería capaz de enamorarse de ti?

- ¡Pues mucha gente!

- Parad – Tanjiro cortó la discusión – Cuando no os distraéis con la tele os distraéis discutiendo.

- Es que Shinobu pone en duda mi encanto y simpatía natural.

- ¿Perdón? ¿Simpatía natural?

- ¡Sí! ¡¿Algún puto problema con eso?!

Tanjiro suspiró mientras la discusión volvía a empezar. Hace rato había llegado Sabito para hablar con Giyuu y él no había podido ofrecerle ni una triste taza de té porque cuando se moviera de su sitio seguro que los pilares dejaban de trabajar, se ponían a ver la tele, a discutir o todo al mismo tiempo.