Capítulo 4: Día de piscina

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- Mmmm - Shinobu secó el sudor de su frente, ¿cómo es que hacía tanta calor si el aire acondicionado estaba puesto?

- ¿Queréis que os traiga un poco de agua? - Tanjiro entró al salón, era raro pero solo en esa habitación hacía un calor asfixiante. 

- No puedo más - Mitsuri se dejó caer en la mesa, el calor la había derrotado.

- Mierda Shinobu, pon más fuerte el aire acondicionado.

- De eso nada Shinazugawa-san, la que paga la factura de la luz en esta casa soy yo, además ya está puesto muy fuerte.

- En momentos como este me gustaría ir a la playa - Uzui empezó a pensar en lo bien que estaría descansando tumbado en la playa mientras Zenitsu le untaba protector solar en los hombros - En la librería donde trabaja Zenitsu seguro que se está más fresquito... ¡ay! - Uzui se sobó la nunca, Tanjiro le había golpeado.

- Espero que no se le esté pasando por la cabeza dejar de trabajar para ir a molestar a Zenitsu.

- Si vamos a morir por el calor me gustaría termina mi testamento - Gyomei ya se daba por vencido.

- Kaburamaru, ¿tú estás bien? - Iguro acarició a la serpiente en sus hombros.

- Me estoy mareando un poco... - Muichiro levantó la cabeza, su nariz estaba sangrando.

- ¡Muichiro! - Tanjiro sacó unos pañuelos y tapó con ellos la nariz del menor - Pon la cabeza hacia abajo.

- Le diré a Genya que nos abanique - Shinobu cogió la campanita y la hizo sonar.

- ¿Qué desea señorita Shinobu? - Genya apareció en el salón. 

- Abanicanos Genya, el aire está puesto pero aún así hace demasiada calor.

- Mmmm - Genya miró a todos los presentes - Señorita Shinobu ¿no cree que él es el culpable de que haga tanto calor? - Genya señaló a Rengoku.

Los pilares y Tanjiro miraron a Rengoku, el chico desprendía siempre pasión por todos los poros de su piel pero hoy más que pasión desprendía un calor abrasador.

- ¿Oh? - Rengoku se dio cuenta de que todos le miraban - ¿Ocurre algo? - La brillante sonrisa de Rengoku les cegó como si fuese el sol y subió la temperatura de la habitación. 

- Rengoku-san, te queremos, ¡pero solo en invierno! ¡Nos vas a matar del calor! - Shinobu se levantó de golpe.

- ¿Yo? ¡Ah! Ya se lo que os pasa, hoy tenéis pocas energías ¡Tomemos un café bien caliente para estar al 100%!

- Que mal - Sanemi miró hacia la cocina - ¿Y si le metemos en el congelador y luego le sacamos?

- O le dejamos para siempre.

- ¡Uzui-san! - Tanjiro regañó al pilar del sonido. 

- ¿Cabe Rengoku en el congelador? - Gyomei calculo las medidas mentalmente.

- Si no cabe podemos comprar un congelador más grande entre todos y de paso le compramos una camita a Kaburamaru. 

- ¿No morirá si se queda mucho tiempo? - Mitsuri hizo un puchero preocupada.

- Habrá que arriesgarse, Genya, toma las medidas de Rengoku-san y compra un congelador.

- ¿Con qué dinero señorita Shinobu?

- Con el tuyo obviamente. 

- Se os está olvidando algo importante.

Tanjiro suspiró, el pilar del sonido iba a poner orden y decir que volviesen al trabajo.

Pilares Mangakas [GiyuuTan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora