The Alpha's Huntress (JenLisa G!P)

CAPÍTULO CUARENTA Y NUEVE

P.O.V JENNIE

Luego de lo sucedido, mi estómago se había cerrado. No baje por comida y parece que Lisa no sintió ninguna anomalía en mi, puesto que no volvió a la habitación. En parte era mejor, no quería que tuviera más problemas sobre sus hombros, además de que no deseaba hablar sobre lo que terminaba de pasar.

Había podido hablar con Jisoo... pude contarle la verdad, y no me creyó. Bufé mientras miraba el suelo de forma perdida, sintiendo una presión en mi pecho al recordar sus palabras. Verdaderamente ella no creía que fuera yo, pensaba que habían lavado mi mente, y sé que en el caso contrario yo habría pensado lo mismo, pero aun así dolía que mi mejor amiga no confiara en mis palabras. Solo ansiaba que revisara la manga de Taehyang, que descubriera la verdad y que dieran marcha atrás en el plan. Estaba en una situación donde no podía actuar, y solo me quedaba esperar... vagar por el desierto de la incógnita y anhelar que todo se solucionara.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y abracé mis rodillas en busca de lograr la calma. Mis manos temblaban y mi cabeza negaba inconscientemente esperando que Jisoo hiciera lo correcto. Mordí mi labio y perdí la vista en la puerta de la habitación. No quería preocupar a Lisa.

De pronto una idea cruzó mi mente y corrí hacia el balcón, cerré las cortinas y apagué la luz. Me perdí entre las sábanas y cerré mis ojos fuertemente.

— Duerme, duerme, duerme. —susurré de forma desesperada.

Necesito a Tzuyu, necesito sus consejos, necesito que me escuche, necesito que me guíe. Necesito a Lisa, un abrazo suyo y que me prometa que todo estaría bien. Pero estaba cansada de preocuparla, notaba en su mirada lo cargada de responsabilidades que estaba, y yo no quería ser una más. Por lo tanto, prefería dormir y que mi amiga de sueños fuera la que me ayudara en esto.

Cuando abrí los ojos en esa gran casa, no perdí el tiempo y salí corriendo. Ni siquiera espere a los ruidos, solo corrí hacia fuera, en busca de la pequeña pelinegra. Voltee en todas direcciones y note que estábamos en... ¿La muralla China?

— ¡Tzuyu! —coloque mis manos sobre mi boca para hacer un mayor sonido, sin embargo, no vi ningún movimiento.

Corrí por el camino gritando una y otra vez el nombre de la pelinegra hasta que una figura a lo lejos volteo en mi dirección. Con una amplia sonrisa, aumenté la velocidad de mis pasos, queriendo llegar con ella cuanto antes.

— ¡Jen! —Me sonrió ampliamente, aunque soltó una exclamación cuando la abracé de improvisto.

— ¡Tzuyu! ¡Necesito tu ayuda! —Me aparté de ella, colocando mis manos sobre sus hombros y frunció el ceño ante mi reacción. A pesar de eso, nunca quitó su sonrisa.

— Claro. ¿Qué necesitas? —cuestiono sentándose en el suelo y tanteando su costado para que la imite. Sin quejarme, me senté como indio y la miré alarmada. — ¿Qué te tiene tan preocupada?

— Jisoo habló conmigo. — Tzuyu inclinó su cabeza a un costado, y sonrió tiernamente.

— ¿Qué tiene eso de malo?

— Que descubrí todo lo que me habían hecho los cazadores e intenté avisarle, pero... —Mi voz se quebró.

— No te creyó. —completo por mí y yo asenti con la cabeza, dándole la razón. — No es fácil creer algo así, Jen. Tú también te negaste al principio, ¿no es verdad? — Volví a asentir hasta que una idea cruzó por mi mente.

— ¿Tú lo sabías? — Tzuyu desvió la vista a la Luna.

— No era el momento de que lo supieras, no hubieras acabado en la manada como debías si te lo decía. —completo con una leve sonrisa y yo bufe, mas no dije nada. Si bien dolía el hecho de que no me haya dicho, agradeció haber acabado en la manada con Lisa... además de que ahora sabía la verdad.