CAPÍTULO TREINTA Y TRES

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P.O.V JENNIE

Sentía mi respiración agitada, el sudor recorría mi frente y pegaba mechone

mi cabello en ella. Alguien arrastraba por un largo pasillo la silla en donde me encontraba atada con camisa de fuerza.

— Po-por fa-vor. —solloce. Mi voz sonaba como la de una niña pequeña.

— Si colaborarás, todo sería mejor. —Sentí un fuerte ardor en mi espalda y un grito se escapó de mis labios, desgarrando mi garganta.

— N-n-no s-s-é na-da —solloce fuertemente y volví a sentir otro golpe en mi espalda, ocasionando que volviera a chillar de dolor.

— ¡Ah! — Me senté en la cama con los ojos llorosos. Intente normalizar mi respiración y hacer silencio puesto que no podía dejar de sollozar.

— ¿Jen? ¿Qué pasó? — Lisa se sentó rápidamente a mi lado acariciando mi espalda con suavidad. Me acerco hasta ella y me abrazo fuertemente, buscando tranquilizarme.

— Na-nada, fue solo un sueño. —susurre escondiendo mi cara en su cuello. Ella se acomodo en la cama junto conmigo, acostándonos y sin dejar de abrazarnos.

— ¿Sueles tener mucho de esos sueños? — Escuché su tono preocupado y me negué a verlo a los ojos.

— No de este tipo. —susurré de forma casi inaudible. Cerré los ojos fuertemente intentando dormir, puesto que sabía que era de madrugada, pero un grito desgarrador resonó nuevamente por mi mente. Me limité a hundirme más en el pecho de Lisa, buscando la calma que yo misma no me podía dar.

Me desperté lentamente al sentir un delicioso olor a mi lado, sonreí de forma inevitable y comencé a abrir mis ojos, cruzándome con la mirada de Lisa.

— Buenos días, mi Luna. —sonrió dejando un beso en mi frente.

— Buenos días. —bostece y me estire tranquilamente en la cama.

— ¿Cómo te encuentras? — Observe cómo sus ojos me miraban preocupados después de mi incidente de anoche.

— Mejor, tranquila. —Acaricié su mejilla mientras sonreía tiernamente. La escuche suspirar más tranquila.

— Aun así, se me ocurrió una idea para que pases un día de sonrisas. — La mire curiosa y ella solo se levantó para buscar su remera. Mordí mi labio al tener un excelente plano de su espalda marcada.

— ¿Cuál es tu plan? —cuestione sentándome como indio en la cama.

— Será sorpresa. — Me miró sobre su hombro con una sonrisa ladina y rodé los ojos ante tanto misterio.

— Bien, ¿y tendremos que salir o algo? —Volví a cuestionar.

— Cambiate y desayunamos. Debo arreglar unas cosas en la manada y en, máximo dos horas, salimos.— Se dio vuelta con su camisa ya colocada y me sonrió ladinamente.

— Perfecto. —Me pare y corrí por mi ropa, antes de dirigirme al baño.

— Puedes cambiarte delante mio. ¿Sabes? —Rodé mis ojos y crucé la puerta ignorándola.

Una vez cambiada y aseada salí ansiosa de descubrir el plan. Sin embargo, choque contra el pecho de Lisa, quien me tomó de la cintura y sin perder un minuto me beso. Fueron solo tres segundos antes de separarse con una sonrisa, dejándome anonadada.

— Para los buenos días. —Se dio la vuelta y salió de la habitación dejándome con la palabra en la boca. Agité mi cabeza para quitar cualquier tipo de idea de mi cabeza y corrí por el pasillo para alcanzar su paso.

The Alpha's Huntress (JenLisa G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora