The Alpha's Huntress (JenLisa G!P)

CAPÍTULO CINCUENTA Y UNO

P.O.V NARRADORA

La sede de los cazadores era una completa locura. Camiones repletos de personas llegaban a cada minuto, demostrando que habían venido desde otras ciudades para esta guerra. Empezarían en Foloi, y abarcarían todo el mundo. Era lo que estaban esperando, la oportunidad para vencer a todos los sobrenaturales. Un pequeño paso, para un gran movimiento. Todos mantenían una gran sonrisa en su rostro, pues las brujas habían previsto un buen porvenir para ellos.

En la sala de reuniones, estaban colocando los últimos detalles al plan. Taehyang analizaba una y otra vez lo que harían, asegurándose de que no había ninguna grieta por cubrir, ningún fallo. Sonrió ampliamente mientras se alejaba lentamente para apreciar por completo el mapa que se hallaba en la gran mesa redonda.

— Es nuestro. —dijo y todos comenzaron a vitorear, seguros de su triunfo.— Es mío. — murmuró con superioridad.

La fiesta se acabó cuando un kannyz entró de improviso a la sala, y su expresión no mostraba buenas noticias, para nada.

— Debemos apurarnos

P.O.V JENNIE

¿Nunca tuvieron esos días en los que analizas toda tu vida? Aquellos en los que solo estás tú y piensas en cada una de tus decisiones, cada una de tus acciones, cada cosa que pasó y como cambiaste de lo que eras hace unos años. Aquellos en los que ves hacia atrás y no terminas de entender cómo llegaste a lo que eres ahora.

¿Cómo había pasado de las noches de películas con Jisoo a estar a punto de ser la Luna de una manada? No lo sabía, pero cuanto más lo pensaba, más razones encontraba para aceptar.

Mis ojos se perdieron en mis tacones blancos, analizando todo mi alrededor. Ya era viernes, y mañana se desatara la guerra. Por la mañana intentaría ir con los vampiros, para avisarles donde seria la lucha. Además de eso, intentaría convencer a Sehun de que proteja a Jisoo. Sabía que ya era mucho pedir, pero en el caso de que se negara, me tocaría salir a luchar.

Jisoo... ¿Qué estará haciendo en este momento?

— Quédate quieta. —se quejó Rosé y volví mi vista al frente mientras me disculpaba. Se estaba encargando de peinarme, como siempre. Agradecia el día anterior haberle pedido ayuda a Nana para teñirme, así nadie vería raro mis raíces las cuales ya se habían empezado a notar. No sabía como nadie las había visto. Mire el reloj, faltaban solo horas para tener que ir al salón.

— ¿Qué es lo que haremos? —cuestione dándome cuenta que nunca lo había preguntado.

— Será como un baile. —musito con concentración mientras colocaba unas horquillas. Al terminar con esa parte sonrió ampliamente antes de tomar otros mechones. —Solamente los presentarán, y brindaremos, cuando la Luna se alce en su punto máximo, cortaran levemente la palma de su mano y deberán beber la sangre de la otra. Es el ritual de sangre, lo hacemos hace siglos en Bloody Moon. —Sonrió como si esa fuera la muestra más grande de amor.

— ¿Y luego? —La alenté a seguir.

— Luego Lalisa te marcara y se marcharan. —contestó con la vista fija en su trabajo.

— ¿A donde? —Fruncí el ceño sin entender. Rosé por primera vez levantando la cabeza para verme a través del espejo a los ojos. Se la notaba confundida.

— ¿Lisa no hablo de eso contigo? —pregunto y yo negué lentamente sin entender.

— Luego de la marca, los lobos proceden a culminar la unión, uniendo sus cuerpos. —La voz de la Alpha irrumpió en toda la habitación, haciendo que volteamos a verla. Se encontraba parada en la puerta, vestida casual y su cabello mojado, como si recién acabara de bañarse.