La cazadora del Alpha: Hija de la Luna.
Jennie es una hábil cazadora de nivel dos, la cual entrena diariamente para devolverle el favor a aquellos que la salvaron. Con este mismo fin, se interna en una misión suicida para salvar a su mejor amiga. De...
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P.O.V JENNIE
Al salir del despacho ni siquiera me fije que camino tomaba para buscar las escaleras, y caí en cuenta que fue el equivocado al bajar la mitad de los escalones y observar que al final de estos se apreciaba una completa oscuridad, y no la sala.
¡Genial! Ahora estaba perdida en vete a saber dónde. Suspire para calmar mi enojo y continúe bajando lentamente, si tenía suerte esta sería mi oportunidad de encontrar una salida sin tener que acercarme a la puerta principal. Sentía una mirada fija en mi nuca, pero al girarme no había nadie.
Según mi mapa mental, me encontraba en el mismo nivel que la sala, solo que en una habitación independiente lejos de la anterior nombrada y de la cual no tenía conocimiento.
Tanteé la pared a mi derecha y sonreí al encontrar el interruptor de la luz.
Una vez que la habitación se encontraba iluminada pude reconocer el lugar como un sitio de juegos. El suelo era de una suave alfombra celeste, mientras que las paredes estaban tapizadas con papel azul oscuro y algunos autitos rojos. Había juguetes regados por todo el espacio y en el medio del cuarto se veía un sofá grande de color blanco, ubicado frente una gran televisión la cual ocupaba la mitad de la pared. La otra mitad parecía ser una biblioteca, pero al acercarme contemple que, lo que yo pensaba que eran libros, eran videojuegos.
Levante una ceja sin acabar de creerme que una Alpha tuviera esta habitación, pero, sin darle mayor importancia, comencé a mirar al rededor buscando alguna ventana. Bufé al no ver ninguna, sin embargo, mantuve mis esperanzas al ver una puerta a la derecha.
Mientras me acercaba a testear, volví a sentir una mirada fija en mi nuca, pero al voltearme, nuevamente no vi a nadie. Ignoré ese hecho tomándome por lunática y volví mi atención a la puerta. Gran decepción al acercarme y descubrir que solo era un baño.
Mientras cerraba la puerta completamente desilusionada, escuche un ruido a mis espaldas, ocasionando que volteara rápidamente y analizara cada rincón. Podría haber pasado por alto la presencia de ese ser, si tan solo hubiera terminado de esconder su cabecita detrás del sillón. Según su tamaño, parecía un niño. Sus pequeños cabellos rubios sobresalían sobre el apoya brazos del sofá y parecía no notar su descuido.
Lentamente, y evitando hacer cualquier ruido, fui acercándome a donde se encontraba. Podría ser un niño, pero en una manada nada me aseguraba que no saltara sobre mi para sacarme los ojos.
A mitad del camino levantó su cabecita permitiéndome ver sus grandes ojos verdes y al notar que lo observaba soltó un gritito y se volvió a esconder. Suspire divertida ante ese gesto. Dudaba mucho que ese niño fuera a sacarme los ojos, nunca había visto una mirada tan inocente y pura en mi vida. Aclare mi garganta y mantuve mi distancia esperando a que saliera de su escondite, tanto para darle confianza como para tener tiempo si me equivocaba y de verdad venía a matarme. Trátenme de loca, pero no saben la de cazadores que fallecieron a manos de un ''dulce'' niño.
