❛ DAMNED ❜ - sk

013

Habían hecho el esfuerzo de recuperar los restos de Jung, por Jisung y Ji-soo quienes fueron las más devastadas por la muerte de Jung.

Una flor de color amarilla, las lagrimas de Jisung comenzaron a rodar por sus mejillas, mientras que era abrazada por Yeong-su al ver a su nonna tan devastada. — Moriste y debías vivir. Yo viví y debería estar muerto. — tras aquellas palabras Jisung había desaparecido para estar sola y expulsar todo su llanto.

— Vete sola. — el Señor An y Seo Yi-Kyung sabían que aquella camioneta que estaba acercándose no era el ejército, sino personas malas tratando de sobrevivir. Minutos más tarde aquella camioneta blindada había penetrado en el edificio destruyendo la entrada de este. Y con ello matando a uno de los de ellos que había escapado.

— Encuentren a todos. — un hombre con cicatrices y de cabello largo, con solo su presencia comenzaba a intimidar a todos los residentes de Verde Hogar.

— Sería más fácil dispararle. — voces de hombres aproximándose alertaron a Jisung, ocultándose en una esquina. — Siempre quieres matar. Tenemos que divertirnos con ellos.

— ¿Robo a plena luz del día? ¿Tu mama no te compró papel? ¿Por qué carajo te dibujaste la cara? — el señor Ann había aparecido salvando a Jisung de hacer una escena que pudiera delatarla y usar de rehenes a los demás.

— Qué viejo estúpido — Sin embargo Jisung sentía que conocía esas voces. — Ya viviste bastante. ¿Por qué sigues vivo? No vale la pena vivir en este mundo.

— Cielos. Estos fracasados que se metieron y... — el masculino más grasoso, tomó la mandíbula del señor Ann. — Si dices algo más, te arranco la mandíbula.

— Es más grande que la última vez. — uno de los mafiosos comentó en tono de burla tras atrapar a la mayoría de residente y trazando un círculo con labial rojo. — ¿Tengo que medirlo todas las veces? Esta es su prisión ahora. — Tras soltar un disparo en la espalda de Kim Ji-Eun y empujar al señor Han al suelo. — ¿Como pudieron matarla?

— La vida es inútil hoy en día.

— Que sentimental, ¿Van a llorar cada muerte? Señor cruzo la línea, métase.