Capítulo XI

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— ¿QUE DEMONIOS, JACOB?.

Sí, era increíble, mi hermano mayor estaba teniendo sexo en el sofá con una mujer que nunca había visto en mi vida

— No lo puedo creer, ¿es en serio, En el sofá?  Que vergüenza. —Dije muy alterada.

— Se suponía que tú estarías con tu novio. —Respondió mientras se subía el pantalón.

— Jacob, ese no es el punto por favor, además, ¿quien rayos es ella?

— Ella es mi novia, se llama greisy

— ¡AY YA CALLATE! no me importa quien sea, deberías llevarla a su casa, creo que debe  cambiarse de ropa. — Mucho gusto greisy. —Dije subiendo las escaleras

No lo puedo creer, "se suponía que tú estarías con tu novio", ¿Es en serio? En que demonios estaba pensando, está loco, ¿como se le pudo ocurrir traerla aquí y tener sexo con ella en el sofá? Además, yo no salí con James ayer...

Todas esas cosas pasaban por mi cabeza, definitivamente iba a enloquecer. Ya había pasado casi una semana pero parecía una eternidad, los días pasaban como siglos, jueces, nuevos casos,  nuevos clientes, más y más divorcios, herencias, y para colmo, Ricardo...

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— Hola. —Dijo Ricardo al entrar a mi oficina

— hola. —Respondí cortante

No puedo negar que sentía cierta atracción por aquel hombre, pero en los últimos días han pasado tantas cosas entre James y yo, que ya no tenía ojos para nadie más.

— ¿Como va tu relación con James? —Preguntó con un tono sarcástico

— Genial, gracias por preguntar

— ¿Cubre todas tus necesidades?

Me sacó de mi concentración con esa pregunta, mi nivel de estrés se elevó de una manera inmediata, solté el bolígrafo y lo miré con disgusto

— ¿A que te refieres con eso?— ¿De verdad quieres saber?— No seas imbécil Ricardo, por favor. ¿Qué demonios te puede importar si James cubre o no, todas mis necesidades?

— Disculpe si la hice molestar con mi pregunta doctora Johnson, solo tenía curiosidad.

Su tono era sarcástico y eso me llenaba aún más de ira.

— Recuerde doctora, que tengo algo muy valioso que puede separarlos para siempre.

— Puedes largarte ahora mismo de mi oficina, eres un asco de persona... Me das lastima Ricardo, créeme que te tenía mucho cariño incluso llegaste a confundir mis sentimientos, pero ya me doy cuenta de poca cosa que eres. —Dije con decepción

Sonrió, se levantó y salió de la oficina.

Fue un completo idiota, ahora me daba cuenta de que siempre tuve un concepto equivocado de el, no es la clase de persona que yo pensaba

Siempre tuve miedo de que eso del triángulo amoroso fuera real, tuve muchos motivos por los cuales pensaba que podía ser así. Ricardo nunca me había mostrado esa parte de el,  y verdaderamente hoy me demostró  que no vale la pena sentir nada por él, solo con el simple hecho de amenazarme me demuestra quien es en realidad.

No puedo negar que esto me decepciona mucho, siempre pensé que era diferente, creí conocerlo y me equivoqué una vez más. Hay cosas de Ricardo que prefiero no mencionar, prefiero no remover los escombros del pasado y así evitar dolor en personas del ahora, personas importantes para mi que no merecen ser dañadas por cosas que no son más que solo recuerdos

Aún no entiendo porque siempre terminamos en el mismo lugar, el mundo es tan grande y tan pequeño a la vez. Mi vida en España era fantástica, pero necesitaba algo para que fuera perfecta, cuando regrese a México tratando de escapar de muchas cosas incluyendo a Ricardo, sí, el era uno de mis motivos para escapar de allí
Nunca imaginé encontrarlo aquí.

¿No podía ser más injusta la vida? ¿No era suficiente con lo que pasó en España? ¿O será que el destino está en mi contra?

Como siempre, eran muchas preguntas sin respuestas, sin sentido... Y yo solo quería dejar de atormentarme con todo eso y seguir con mi vida

Pero todos sabemos que la vida se trata de tropezar, caer, cometer errores y luego levantarse, luchar, seguir y Nunca rendirse... Siempre hay luz al final del túnel oscuro, y siempre que nos caemos debemos utilizar esa caída a nuestro favor, tomando el impulso necesario para elevarnos aún más alto.

— ¿Puedo pasar? —Preguntó James escondiéndose detrás de la puerta de vidrio.

— Adelante. —Respondí

— ¿Ya no estás molesta conmigo?. —Me miró con ojitos de bebé

Ya se me había olvidado que estaba molesta con el. Debo agradecer mi molestia a su querida "prima" Renata, mujer a la cual se le olvidó que yo era su novia y decidió enviar mensajes MUY  comprometedores a su celular

Estos mensajes insinuaban  Muchas cosas, cosas por las cuales no pude evitar hervir de celos. Además, no es algo muy normal que tú "prima" te envié mensajes diciendo lo mucho que te desea y que te necesita a su lado para dejar de sentirse como una perra en celos, que necesitaba sentirlo dentro de ella desde siempre (palabras textuales, no estoy alterando nada)

Si ella lo desea de esa manera, yo no puedo hacer nada, tampoco se lo puedo impedir... Pero James es mío, y si, sueno como una psicópata celosa, pero es así.

— Si, aún estoy molesta contigo. No por eso está prohibida tu entrada a mí oficina. —Dije mordiéndome el labio inferior

Era increíble como ya había pasado más de un mes y aún no habíamos tenido un acercamiento más allá de un beso.

Por más que evitaba no pensar en ello se me hacía imposible no imaginar que se escondía detrás de su ropa. Lo deseaba, necesitaba sentirlo y amarlo apasionadamente... Lo quería ya.







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