Capítulo XX

2 0 0
                                    

Una fuerte luz entró por mis párpados, obligándome a abrir los ojos. Desperté en una sala de hospital, rodeada de doctores que al parecer esperaban con ansias a que despertara.

— ¿Qué hago aquí? — Fue lo único que alcance a decir.

Inmediatamente las enfermeras salieron de la sala, dejándome solo con un doctor.

— Tuviste un accidente. — alega el doctor.

Estaba muy confundida, que había pasado, como que tuve un accidente, si estaba en la oficina con James.

— Doctor, ¿podría ser más específico? Es que no recuerdo nada.

— Claro! Fue un accidente automovilístico, usted no iba sola. Estaba acompañada por un hombre, que justo ahora está en cirugía. Ambos estaban ebrios y al no frenar en un semáforo fueron envestidos por un camión de carga. — dijo mientras se acercaba a la puerta.

— ¿Hace cuanto estay aquí?

— Hace unas dos horas, aproximadamente. Afuera están sus familiares, les diré que pasen. — Dijo y salió, cerrando la puerta a su espalda.

¿Un accidente? ¿Hace dos horas? ¿Como demonios pasó eso?

Mi último recuerdo se había quedado en la oficina, con James.  Bebimos unas copas y tras dejarnos llevar... Acabamos haciendo el amor.

Luego no recordaba más nada de lo sucedido, ¿como terminamos en el coche? ¿y luego en este hospital? ¿Como estaba James? Eso tampoco lo sabía. Necesitaba una explicación y nadie me decía nada.

En ese momento entró mi abuelo y hermanos a la habitación, mi hermano mayor estaba destrozado, su rostro se veía como si estuviese llorando incluso antes de enterarse del accidente, mi abuelo estaba algo agitado, y por otro lado, a mi hermano Harry parecía no importarle en lo absoluto.

— Hermanita, hermanita de mi vida, reina de mi ser, luz de mi alma. ¡GRACIAS A DIOS ESTAS BIEN! — Dijo Jacob tomando mi mano.

Mis ojos se llenaron de lágrimas al oír estás palabras, luego de haberlo tratado tan mal, yo seguía siendo todo para el, lo había lastimado, y aún así el estaba ahí, preocupado por mi.

Mi hermano sin duda me amaba, más que a nada en este mundo, y me demostró que su amor por mi va más allá todo.

— Hija, gracias a Dios estás bien. — La voz de mi abuelito retumbó el la habitación.

— Eli. Te amo. — dijo Harry con voz quebrada.

Tenía a la mejor famila del mundo ahí conmigo, ellos lo eran todo para mí y cada día estaba más agradecida con Dios por haberme dado al mejor Hermano del mundo, mi guardián y fiel protector.

— Harry y yo saldremos un momento, creo que ustedes deben hablar. — soltó Rogelio.

Salieron de la habitación, dejándonos solos a mí hermano y a mí. Lo mínimo que debía hacer era disculparme con él por como le trate la madrugada anterior  en casa, fui muy grosera con el y el hecho de haber estado molesta no me daba derecho a tratarlo de esa manera, y mucho menos cuando el único que ha estado para mí siempre que lo necesito, es el. Dejando atrás su mala conducta, sus malos hábitos y su pandilla, el nunca se mostró hacia mí con esa imagen de pandillero, siempre fue todo un caballero, gentil y muy tierno.

— Hermanito, perdoname por como te trate antes, no debí hacerlo. — mi voz se quebró

— No te preocupes por eso hermanita, ya pasó. Lo importante ahora es que estas bien.

Asentí con la cabeza.

— Ahora solo tienes que explicarme una cosa. — Se torno un poco serio. — ¿Quien es Ana, y cuando me ibas a decir que el doctor James te engañó con ella?

Sus palabras me sacaron de lugar. ¿Como era posible eso? ¿Como mierdas sabía eso?

Me quedé mirándolo son responder a su pregunta.

— Eli, no lo niegues. Ya lo se todo, así que por favor, no me mientas. — sonaba muy seguro de si mismo.

— Jacob, no quiero hablar de eso. — insistí

— ¿ Que hacías con el luego que todo lo que te hizo?

— No es "TODO" lo que me hizo...

— ¿Te parece poco? ¿Haberte puesto los cuernos con otra mujer, te parece poco?  — y ahí estabas con el. Elizabeth, en los exámenes salio que tuvieron relaciones sexuales, justo antes del accidente, ¿como lo explicas?

Amaba a mí hermano, pero odiaba tanto cuando llegaba a este punto, nunca apoyo mi relación con James, el nunca le agrado, y ahora supongo que le agrada mucho menos, luego de haberse enterado de que me fue infiel y que el iba al volante cuando ocurrió el accidente, odio es poco lo que debe sentir mi hermano.

— Jacob, de verdad, no hablemos de esto ahora ¿sí?

Mi hermano me miró con algo de decepción, me dio un beso en la frente y se fue.

No podía asimilar todo lo que estaba pasando, era increíble, como un día despiertas y piensas que todo será diferente, pero resulta que te equivocas y vuelves a caer en ese agujero negro del que se te ha vuelto imposible abandonar por completo. La vida es un juego en el que, o jugamos o morimos, aún sabiendo que una vez que comencemos a jugar, vamos a morir. De eso no hay duda.

La puerta de la habitación se abrió y pude ver entrar a una enfermera.

— Oye. — dije un poco angustiada. — ¿Me puedes decir cómo se encuentra el sujeto que venía conmigo en el auto?

— No, lo siento, pero no sé nada de él. Incluso desde que ingreso a la clínica no he oído nada de él. — se marchó sin decir nada más.

— ¡¡EN SERIO!! ¿NADIE PUEDE DARME UNA MALDITA EXPLICACIÓN EN ESTE MALDITO HOSPITAL? — Grite muy alterada.

— Hey, hey, debes calmarte un poco, eso no te hace bien. — oí la voz de Marcela.

Eran mis amigas, ellas estaban allí entrando a la habitación.

Sonreí con alegría al verlas

— Que susto nos diste amiga. —Dijo Zamira haciendo grandes ojos.

— ¿Ustedes que saben de James? Díganme por favor que saben algo.

— ¿Como que James? ¿Que paso con el? — pregunta Emil.

— El estaba conmigo cuando ocurrió el accidente, estábamos juntos en su coche, por lo que me han dicho, yo realmente no recuerdo nada, pero no sé nada de él. Lo último que me dijeron fue que lo estaban interviniendo.

Las tres se miraron las caras y luego me miraron a mí.

— Eli, ¿estás segura de que estaban juntos?

— Estoy segura de que estábamos juntos en la oficina, y también estoy segura de que está en esta clínica, no me pregunten por lo demás.

— Yo misma iré a preguntar, espérenme aquí. — Dijo Marcela saliendo del lugar.

Nos quedamos en silencio, como era posible que nadie supiera nada de James, si se suponía que el también sufrió el accidente, y si  lo estaban interviniendo quiere decir que no estaba nada bien.

Necesitaba saber que estaba pasando, ¿que pasó con James? Era lo único que rodaba por mi cabeza, el querer una explicación y no recibirla está totalmente desesperante. Sentía que algo no estaba bien, por qué nadie me decía nada, eso no era normal.

Un doctor entro a la habitación y seguido de él entró Marcela con lágrimas en sus ojos.

— Marcela. — menciono en busca de una respuesta.

— Señorita Elizabeth, doctoras. — Dice el doctor para referirse a mis colegas. — Lo siento mucho pero...

Mi corazón de aceleró al máximo, tenia miedo de que este hombre terminará la oración, tenía miedo de lo que estaba apunto de escuchar.

Todo va a estar bien, todo va a estar bien, todo va a estar bien.

Mi subconsciente me mataría, y aquel doctor no terminaba de hablar.

— El doctor Collins ha...










Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 06, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Amor Y Leyes. Unidos Por El Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora