capítulo I

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— Esto tiene que ser una broma, ¿enserio vas a regresar? Después de todo el daño que nos hizo ese lugar, piensas en volver. No me jodas Elizabeth. Dijo mi hermano mayor mientras me perseguía por toda la habitación cuando yo empacada.

— No, no es una broma, y si, sé que ese lugar nos hizo mucho daño solo con la muerte de mi madre pero aún así quiero regresar, y ni tú ni nadie me va a detener. lanzé muy alterada.

— Elizabeth por favor. susurró mi derrotado hermano. — te lo pido, sí algo te pasa, o te sientes sola no dudes en llamarme y en seguida estaré allí.

— Asentí con la cabeza mientras él me daba un beso en la frente, y dijo. — Eres lo más importante que tengo, y si algo te pasa me sentiré responsable por no cuidar de ti.

Se dio la vuelta y salió.

En ese momento mis ojos se inundaron de lágrimas, el era mi protector, mi caballero, lo amaba como a nadie y verlo así me destrozaba el alma.

No podía quedarme, necesitaba regresar, quería ver mi vieja casa, y visitar la tumba de mi madre... Era necesario ir allá.

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—En unos minutos estaremos aterrizando en tierras mexicanas. Dijo el piloto del avión cuando por fin estábamos llegando.

Ya quería llegar a casa, estaba cansada y tenía mucha hambre, cuando baje del avión afuera, vi a una mujer un poco mayor, no tan alta, de piel morena y cabello  castaño, era Martha mi nana, corrí y me colgué del cuello de aquella mujer.

—pero mira que hermosa estás, Ya eres toda una mujer. Dijo entre lágrimas.

— te extrañe mucho. Suspiré.

—Ven vamos a casa. dijo tomándome de la mano señalando el camino. — Y me contarás todo lo que has hecho en tanto tiempo.

Al llegar a casa pude notar que nada había cambiado desde el día en que mi abuelo decidió partir, todo estaba igual, solo con la diferencia de que mi mamá ya no estaba y yo ya no era una niña.

Hablé con Martha sobre todo lo que viví en España, mi carrera profesional, mis relaciones sentimentales, el día a día con viejo y amargado abuelo y mis hermanos, Jacob y Harry.

Jacob es mi hermano mayor, un poco rebelde, o debería decir muy rebelde, un pandillero más que al no resultarle la vida honesta, prefirió saltar a la vida fácil (drogas, robos, armas y mucho más), esa era su vida, pero aún así era el mejor hermano del mundo y yo era su hermana consentida.

Harry, por otra parte era gentil, educado y respetuoso, el menor de tres hermanos y sin duda el que tenía el nivel más alto de madurez.

Amaba a mis hermanos, ellos eran mi razón de vivir además de mi abuelo, el viejo Rogelio, quien a sus 64 años aún tenía ese espíritu de niño, alegre, cariñoso y un poco amargado eso era lo que lo definía.

Yo, Elizabeth Johnson Amo el orden, me gustan la cosas correctas, un tanto perfectas.
Soy apasionada, divertida, un poco molesta y un poco más decidida, en mi vida amorosa soy un fracaso, pero aún no pierdo las esperanzas de poder conseguir a la persona indicada. Siempre he soñado con tener una familia completa, algo como en las telenovelas, pero antes quiero comenzar con mi profesión eso que tanto me apasiona y me hacer vivir cada día como si fuera el último, sí, soy abogada experimentada en el ámbito familiar, Dra. Elizabeth Johnson abogada de familia, suena de lo mejor, lo máximo diría yo, y lo mejor es que eso es lo que amo hacer.

Amor Y Leyes. Unidos Por El Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora