Diario de un Demonio

Día 22: Tiernos conejitos

Red Pandemonium, jueves, 1:55 AM

Querido amigo:

                        Antes de contarte nada, deja que te haga una lista detallada del panorama que acabo de encontrar en mi habitación al llegar a casa luego de una cena entre chicas. Para que te pongas en situación.

* Prendas de ropa masculinas esparcidas por el suelo: 3

* Novios totalmente dormidos en la cama: 1

* Novios semidesnudos en la cama (yumm): 1

* Perritos totalmente dormidos en la cama: 1

* Perritos con permiso para domir sobre la cama: 0

* Juguetes de perro babeados: 7

* Juguetes de perro babeados SOBRE MI ALMOHADA: 2 (un monito y una soga inmunda)

Debería haber entrado dando una patada en la puerta y gritando, pero preferí mirarlos un ratito y luego venir a escribir en el balcón. Es gracioso, ¿sabes?, ver a Drew dormir tan tranquilo como una criatura, cuando hace unos cuantos días que está bastante inflamable. No, déjame corregir eso: quise decir bastante insoportable. Ofreció quedarse en casa "hasta que me mejore", evento que ocurrió sin dudas la semana pasada, pero ninguno de los dos nos dimos por enterados. Me fascina tenerlo conmigo, porque no habiendo tenido hermanos y casi ningún primo, exceptuando a mi papá nunca he convivido con un hombre. Criaturas increíbles. Me sorprende cómo pueden recordar nombres de jugadores, cifras, jugadas y formaciones de cualquier deporte, pero no tienen un pequeño espacio en la memoria para recordar bajar la tapa del inodoro.

Hay solamente dos cosas mínimas que no me agradan de tener a Andrew en casa: la primera, que consienta tanto a Cosmo; y la segunda, el estado de alerta continua. Desarrolló una especie de frialdad asfixiante (no hay otra forma de describirla) hacia Rob que le resulta imposible disimular, y que el otro detectó al instante. Siguen saludándose y charlando con normalidad, pero sin emoción alguna. Drew no pierde la oportunidad de abrazarme o ponerme las manos encima frente a Robbie como si quisiera marcar territorio, cuestión que hace a Rob verlo con una ceja levantada y mirada de "este pobre idiota". Tuvieron una escaramuza deportiva hace unos días que no pasó a mayores porque Ryan se metió en el medio a separarlos.

Casi puedo oírte pensar "¿y para qué diablos le contaste a Drew?", pero si lo tuvieras que soportar interrogándote sabrías que es casi imposible ocultarle cosas. Desde que me encontró llorando en Emergencias no ha parado de preguntar qué hacía en la fiesta, y por qué Rob estaba ahí, además de por qué tardó tanto en llamarlo. Al principio pude distraerlo unas horas pidiéndole mimos y comida (creo que ése día comí el wok de vegetales más exquisito de la historia, además de budín de banana y dos tandas de helado) pero cuando por la tarde sonó el timbre y al abrir la puerta nos encontramos con Patricia sorbiéndose la nariz al lado de sus valijas, no le quedó ni la más mínima duda de que Rob había hecho algo... la única parte que no llegaba a entender era qué hacía yo en el medio de todo eso. Y no paró hasta descubrirlo.

Como te imaginarás, no le gustó una mierda. 

Pat llegó a casa hecha un desastre. Rob habló con ella ni bien llegaron a su casa, y por supuesto se desató el infierno. Estaba sin voz después de haber gritado por horas, e hinchada de haber llorado otras tantas. Me dijo que Robbie le pidió perdón mil veces, prometió recompensarla y arrastrarse para expiar sus culpas como una babosa cuadripléjica, pero Pat simplemente le devolvió su anillo de compromiso, armó sus valijitas y se vino a mi apartamento. Se comportó como si estuviera a medio camino de superar toda la situación mientras Drew estaba con nosotras, pero ni bien se fue a trabajar rompió a llorar desconsolada. Me parte el corazón verla tan triste, y me pregunto si hago lo correcto escondiendo lo que me ha dicho Robbie... pero no soy dueña de contarle eso. Estoy segura de que Rob lo hará si lo cree necesario. Por otro lado, él estuvo solamente dos días solo en la casa que compartían y luego se mudó. Tomó todas sus cosas, alquiló una casa pequeña bastante cerca y se hundió en un silencio absoluto. Quisiera pensar que está reflexionando y no liberando la presión en su válvula. Más le vale si quiere mantener la válvula en su lugar.