Casa de la Heladera Gigante, jueves, 4:54 AM
Estimadísimo diario:
Sí, como leíste. Ahí es exactamente donde estoy, en el apartamento de Drew, sentada en su alfombra, viéndolo dormir abrazado con Cosmo. ¿Sabes cuántas veces le he comprado cunas y camitas para que durmiera en el suelo? decenas. Es casi imposible bajarlo de los sillones. Hoy simplemente entró aquí, dio unas vueltas, vio el colchoncito que Drew le preparó... y se le acostó encima. Por supuesto, luego se revolcó y le mostró la panza para llamarle la atención... y aquí están, desparramados en la alfombra, usando el colchoncito de almohada. Este par... sencillamente me puede.
Probablemente te preguntes cómo es que llegamos aquí, y te lo diré, pero primero lo importante: el Plan. Oh yeah. El Plan.
Luego de mis peripecias con la justicia el martes, decidí quedarme en casa tranquila al día siguiente. ¿Será porque tengo un ojo morado? Tal vez. ¿O porque tengo el labio partido e hinchado? Probablemente. O puede que sea todo eso sumado a lo nerviosa que me pone pensar en tener a Drew y a Creso en el mismo lugar, armados con los mismos instrumentos que en el día de ayer me llevaron a la comisaría. Prefiero no arriesgar.
Ya te habrás dado cuenta que si planeo algo, las cosas salen al revés. Debería desear lo opuesto a lo que quiero, y todo me iría genial... enserio. Llegué al apartamento temprano, paseé con Cosmo un buen rato y alrededor de las cinco comenzó el bombardeo de mensajes de texto.
• Hola D! Vienes a ver a Rob? - es miércoles, día de béisbol. Respondí diciéndole a Pat que no, que quería quedarme en casa.
• Oh no! Vamos, ven... trae a Cosmo! te ayudaré a cuidarlo para que no haga otro desastre. - Debut y despedida de Cosmo en los estadios, hace dos años: entró al campo, se llevó un guante, corrió por todo el diamante, y cuando finalmente logramos acorralarlo... tuvo que ir al baño para hacer del número dos. Luego salió trotando, solo. No way.
• Casey y Kate están aquí y quieren hablar contigo...
• Ahí están Ryan y Drew y no parece inminente que vayan a matarse. Maldición, D, qué esperas para venir? Los dos me preguntaron por tí - ¿Los dos? ¡Mi sueño hecho realidad! Entreténlos mientras armo mis valijas y me dirijo rápidamente a Trinidad y Tobago.
• SANTO CIELO! PUEDES CREER LA CARA DE ESTA PERRA? SKYLAR ESTÁ AQUÍ!!! - Tomé una botella de agua, una correa, levanté a Cosmo en brazos y salí del apartamento hecha un manojo de nervios.
Necesito verla con Drew. Aunque me partiera el corazón, necesitaba verlos. Si me estuvo mintiendo... si apeló a la lástima para que lo acompañara... no le tendría piedad.
Tardé un rato en llegar a Adams Park, porque el tráfico es un infierno en esa zona. Aproveché el tiempo en el auto para aleccionar a Cosmo. Le expliqué la importancia de no defecar en el campo de juego, y lo crucial que era que se mantuviera callado en la medida de lo posible. "Estamos de incógnito, mi amor" le comenté, "y si te enloqueces al ver a Drew, vamos a fallar miserablemente". Me observó atentamente. Probé lo bien que había entendido el plan preguntándole "¿dónde está Drew? ¡Drew! ¿Dónde está Drew?". Giró la cabeza al asiento trasero, y como no lo encontró, estimo que debe haber concluído que no podía esconderse en otro lado. Dejó la búsqueda para mordisquear un huesito de juguete. Excelente.
Estacionamos a una distancia prudente de las canchas. Me hice una trenza y me calé la gorra azul que me regaló Rob hace unos años. Estaba usando mi sweater fino, también azul. Se ha estirado tanto que parece que llevara una bolsa encima, pero no me interesa: es mi favorito. Me escondí, literalmente, al final de las tribunas. Desde ahí tenía una visión un poco recortada, pero no tardé en ubicarlos a todos... excepto a Skylar... y a Drew. La sangre me hervía en las venas. Creso estaba a un costado haciendo precalentamiento. Robbie estaba en el banco. Pat estaba en la cuarta fila, a unas tribunas de distancia. A pocos metros estaban Casey y Kate junto a sus amigas. ¿Dónde estarán?. Sentí un click y de pronto me quedé con la correa de Cosmo flotando en el aire. Él me miró, y en menos de lo que tarda un suspiro, se fue corriendo disparado. Se esfumó.
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Diario de un Demonio
ChickLitDemon es, desde cualquier punto de vista y a pesar de lo que indica su aspecto, un ángel: está ayudando a su mejor amiga Skylar a seducir a un inteligente y divertido chico que conoció a través de internet... el problema es que él cree, sin duda alg...