Red Pandemonium, miércoles, 22:19 PM
Estimado diario:
Tendrás que disculparme si no estoy muy comunicativa hoy, pero la verdad es que estoy enferma... es lo que pasa cuando te mojas en una lluvia torrencial durante horas. Conclusión: no te mojes. Pero estaré bien, estoy siendo cuidada con mucho cariño... no, no asumas nada. Estoy siendo cuidada por mi dulce Cosmito.
¿No te parece que a veces nos esforzamos en hacerles creer a los demás mentiras que no valen la pena? Tratamos, con uñas y dientes, de defender lo indefendible. Dime, una vez que se hizo evidente quién era Demon... ¿por qué no mantenerlo así, y comentar toda la situación como una anécdota graciosa? ¿No era la salida más honrada?
Bueno, no, aquí no. Ésta vez no.
"¿Demon? ¿También te llaman así?" dijo Creso, y se me paró el corazón. Tomé con muchísima fuerza la mano de Drew. ¿Qué iba a decir cuando supiera que en realidad era yo la que debería haber tenido aquella cita con Creso? Si eso hubiera sucedido, quién sabe, tal vez fuera Skylar la que disfrutara de sus mimos. Ella nunca lo pondría en vergüenza. Jamás se negaría a una caricia, ni correría a esconderse tras un elogio. No lo fastidiaría, siempre estaría dispuesta. Y yo seguiría en mi reducto demoníaco, ocupada en mis cosas, lejos de todos estos problemas... lejos de Drew. Con suerte jamás nos miraríamos a los ojos, y dejaría de vivir esperando que me regalara su mirada tan especial.
- Yo... es decir, sí... me llaman así desde la infancia... por esto, tú sabes - Usé la mano libre para trazar un círculo en el aire frente a mi cara.
- Y a mí me llaman así desde la secundaria... por otros motivos... bueno, que también sabes - Skylar comenzó a reírse, y la chica junto a ella también. Creso las observó y sonrió. Agachó la cabeza, pero siguió mirándome de reojo.
Volví a concentrarme en mi pollo, o al menos lo intenté. Sentía la quemazón de la mirada de Creso, y ni hablar de la cara de Rob y Patricia. Intenté suavemente separar mi mano de la de Drew, pero no me dejó. Lo miré, esperando ver enojo o decepción, pero estaba concentradísimo en sus camarones. No lo notó... oh gracias al cielo, no escuchó nada. Le sonreí, y volvió a entrelazar sus dedos con los míos. Me guiñó un ojo.
- Cariño, ¿sabías que presentan Antígona este domingo en el parque? - Creso acarició la mejilla de Skylar. Ella se apoyó en su palma. - Ya tengo los tickets, te va a encantar.
- ¿El domingo? Pensé que iríamos a Nashville... - Skylar hizo un puchero.
- Pero es que es tu obra favorita, hermosa... ¿recuerdas? Hablamos sobre esto en el foro... - La observó con sus ojos verdes de encantamiento. Skylar cayó en la trampa que le estaba tendiendo su novio estrepitosamente.
Le había rogado a mi amiga cientos de veces que leyera las conversaciones que había tenido con Creso. No le pedía que conociera la historia del teatro clásico en su totalidad, pero al menos que supiera ALGO de lo que habíamos hablado, un poco, una base. Si lo hubiera hecho, al punto hubiera respondido "no cariño, mi obra favorita es Medea, no Antígona", pero no... - Lo sé Ryan... eres tan dulce, ¡gracias por recordarlo!
¿Dije que se cayó? Perdón, quise decir se lanzó como clavadista olímpico a una piscina de te-lo-dije-maldita-sea. Si le quedaba alguna duda a Creso de que la persona que tenía junto a él no era la misma con la que solía charlar, acababa de ser disipada. Miré a Skylar para tratar de advertirle que se callase, pero estaba entretenidísima con su nueva amiga. Un mensaje, le enviaré un mensaje. Giré en mi silla para buscar en mi cartera, pero me encontré con los ojos claros de Drew. Olvidé a Skylar en dos segundos. Ay bonito, si supieras... si tan solo tuvieras una idea de lo mucho que me aterra estar contigo... y lo mucho que lo deseo. Ojalá pudiera salir de ahí con él. Necesitaba uno de esos pequeños momentos de calma, los dos juntos abrazados, en paz. Drew notó que algo me perturbaba, porque me preguntó qué sucedía. Intenté mentirle diciendo que nada, que todo estaba bien, pero hizo una mueca y frunció el ceño. Empujé su naricita para que dejara de molestarme, pero no funcionó, y en represalia desacomodó los rulos que con esfuerzo había logrado hacer a un lado de mi cara.
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Diario de un Demonio
Chick-LitDemon es, desde cualquier punto de vista y a pesar de lo que indica su aspecto, un ángel: está ayudando a su mejor amiga Skylar a seducir a un inteligente y divertido chico que conoció a través de internet... el problema es que él cree, sin duda alg...