Prólogo

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Horacio llegó a la ciudad de Los Santos con su mejor amigo Gustabo decididos a volver a empezar en un lugar nuevo, pero no sabían con qué se encontrarían.

Conocieron a muchas personas, con las cuales salían a divertirse y ¿por qué no? cometer uno que otro delito, ya que en esa ciudad parecía ser muy común, y Horacio solo quería pasarla bien.

El momento que todo cambió para Horacio fue cuando conoció a un comisario muy alto de cabellos platinados, hace mucho que no se interesaba por alguien de tal forma, su nombre "Volkov" y su pequeña cabeza le encandilaron.

Tras muchas pruebas, tareas y esfuerzo, juntos Horacio y Gustabo lograron ingresar al cuerpo de policía. Entusiasmado por su nuevo trabajo descubrió su verdadera vocación, que era poner orden en la ciudad y resguardar la seguridad de las personas.

Como se esforzaba mucho, normalmente todos sus operativos resultaban muy bien, pero se sentía mal porque nunca le felicitaban, pero de todos modos siguió esforzándose por ser un buen policía y persona.

Las dificultades no tardaron en aparecer y luego de su confesión fallida al comisario, que a pesar de mostrarse más seguro y confiado a su lado, rechazó su intención de tener otro tipo de acercamiento diferente a la de compañeros o amigos; eso se sumó a que algunos de sus compañeros, su nueva familia que había encontrado en el cuerpo, fallecieron siendo asesinados por una mafia que no tenía aparente razón de cometer tales delitos.

Como cualquier joven con el corazón dolido, se concentraba más en su trabajo, pero las cosas no le estaban saliendo nada bien, cometiendo error tras error, y frustrado seguía sus impulsos que no lo llevaban por el buen camino, y más aún incentivado por Gustabo. Cuando juntos estrellaron un helicóptero, también cobraron justicia con sus propias manos usando el uniforme, y Gustabo golpeó a un civil, terminaron expulsándolos del cuerpo policial.

A raíz de todo eso, y por sugerencia de Conway, su jefe de la policía, entró al CNI para realizar trabajo encubierto, su primera misión era volver a entrar a la policía como Dan y seguir velando por la seguridad. A Horacio esto le trajo sentimientos encontrados, porque amaba su trabajo, pero volvería a ver a Volkov, y las cosas no habían terminado nada bien con él.

Entre sus trabajos de encubierto terminó ingresando a la mafia responsable de la muerte de sus compañeros, y desde ahí podría o re encaminar su vida, o ceder al lado "incorrecto", de lo que estaba seguro Horacio es que con esas personas se sentía más valorado, y mejor acogido, pero eso ¿hasta cuando duraría?

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Editado 04/04/2021

Solo quiero ser HoracioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora