Solo quiero ser Horacio

Sangra conmigo

Un día antes de la reunión en la sede...

─ ¿Qué coño hacías viéndole el culo a ese?

─ ¿Qué? Yo no le he visto el culo a nadie...

─ ¿O era el paquete lo que le estabas viendo?

─ ¡Joder que no!

─ ¡Horacio yo estaba a tu costado! no me mientas coño.

─ Pero John... no entiendo, yo no he estado mirando a nadie, solo estaba caminando, si te tenía de la mano...

─ Sabes... no me está gustando nada tu actitud últimamente...

─ ¿Pero yo qué he hecho? he estado acá varios días encerrado contigo.

─ Que estés aquí físicamente no quiere decir que realmente lo estés Horacio.

─ Pero... pero John yo estoy acá contigo ¿no ves?

─ Déjame solo...

─ Bueno... pero estaré acá en casa ¿vale?

Horacio salió de su habitación y se encaminó a la piscina en donde encontró a Gustabo bebiendo solo.

─ Hey hermanito, ¿por qué esa cara larga? ¿Tu novio no te ha dado hoy?

─ Vete a la mierda Gustabo.

─ Vale vale tranquilo, solo estoy jugando contigo.

─ No se que tiene...

─ ¿Gringo?

─ Si... Últimamente está más agresivo que nunca conmigo, primero me trata bien, al rato me agrede, luego se disculpa y es muy amoroso, es un círculo vicioso ─ Gustabo dio un trago a su bebida y miró el suelo ─ si no fuera por... ya sabes, hace rato lo mandaba a tomar por culo.

─ Shhh cállate... tranquilo... no puedes hacer eso.

─ Lo sé coño. Pero no entiendo.

─ Es un tipo complicado, no por nada es el jefe supongo.

Horacio suspiró sonoramente, Gustabo sintiéndose mal por él, pasó su mano sobre su hombro y acarició su brazo para intentar confortarlo un poco; por el rabillo del ojo vio como Gringo se acercaba a ellos, por lo que se separó de su amigo. Gringo se puso frente a él y le dio un empujón que hizo que se caiga a la piscina con todo y ropa, Gustabo lo miró desde el agua molesto e indignado.

─ ¿Qué coño haces tío?

─ Ve a abrazar a tu puta madre.

─ Pero joder... si es Horacio. ─ dijo saliendo de la piscina.

─ Por eso mismo.

Horacio no podía creer lo que estaba viendo y sólo se quedó mirando la discusión que empezaba a calentarse, temía que se fueran a los puños por lo que tomó la mano de John para separarlo y este lo empujó. Desequilibrado también cayó en la piscina, John se dio cuenta de lo que había hecho y se tiró a la piscina para sacarlo, pero Horacio salió por cuenta propia y se dirigió a su habitación con John siguiéndolo de cerca.

─ Horacio perdón...

─ ... ─ Horacio estaba en el baño quitándose la ropa mojada.

─ ¿Cariño?

─ ¿Qué quieres que diga John? No es la primera vez que reaccionas impulsivamente. ¿No te das cuenta que es Gustabo? Que dudes de otros te lo puedo pasar, ¿pero de él?

─ Es que tu no sabes...

─ ¿Qué cosa? ─ dijo quitándose el pantalón quedándose solo en ropa interior, luego abrió el grifo de la ducha para que el agua se caliente.