Solo quiero ser Horacio

Hazlo por mi 🔞

Advertencia: Descripción explicita de escenas sexuales. No influye en la historia, puedes omitir este capítulo si deseas.

Este capítulo ocurre a la mitad de "Al final".

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Horacio se quitó la camiseta en un movimiento rápido mientras seguía sobre Volkov, este lo observaba profundamente y con atención. Horacio se inclinó sobre él y no fue a sus labios, sino al punto que sabía muy bien que derretía a su hombre, el lóbulo de su oreja. Lo besó dando leves caricias con su lengua, mientras Volkov suspiraba profundamente bajo el.

─ Espera... ─ le dijo.

En un movimiento rápido Volkov se sentó en la cama y Horacio siguió sobre él, se quitó el también la camiseta para quedar en igual condición. Luego de tirar la camiseta al suelo tomó con ambas manos el rostro de Horacio y besó su boca con posesión y amor, esa que solo mostraba cuando estaban solos y expuestos solo el uno al otro, no solo de cuerpo sino de alma y corazón, y eso lo sabían muy bien ambos.

Horacio enredó sus piernas en su cintura y paseó sus manos por su espalda, sintiendo sus músculos, esos que le encantaba sentir bajo sus manos, pasó las caricias a sus hombros y brazos fuertes que amaba, regresó a la espalda arrastró sus uñas con ambas manos por toda ella.

Volkov lanzó un quejido amortiguado por sus bocas, pero Horacio sabía que le gustaba que hiciera eso. Las manos que estaban en su rostro pasaron por su espalda y bajaron en una dulce caricia hasta que se metieron debajo de la tela de su pantalón de pijama tocando su desnudo trasero, esas mismas manos estrujaron sus glúteos atrayendo su cuerpo más al otro.

Horacio no pudo evitar emitir un leve gemido por la acción que estaba tomando su novio, y este lo tomó más desprevenido cuando lo cargó en peso unos segundos para colocarlo con suavidad en la cama y ponerse sobre él.

Volkov en un movimiento rápido y casi desesperado quitó el pantalón de Horacio dejándolo desnudo, mientras este lo miraba profundamente respirando algo agitado. Sin pensarlo bajó el rostro y se dispuso a atender la erección de su novio, quien reaccionó dando un suspiro y tomando su cabello platinado para terminar de despeinarlo.

Horacio lanzaba gemidos nada amortiguados cuando Volkov metía su miembro a su boca con una calma que lo desesperaba, pero que le encantaba, sentía como si el tiempo se hubiese detenido y no quería que vuelva a correr nunca más.

─ Por favor... ─ dijo casi de forma inaudible.

─ ¿Qué pasa?

─ Me estás volviendo loco...

Volkov le sonrió maliciosamente e intentó regresar a lo que estaba haciendo pero Horacio fue más rápido y se abalanzó sobre él inmovilizándolo contra la cama.

─ Mi turno comisario...

─ Joder...

Horacio le quitó como había hecho con él, el pantalón y ropa interior de un jalón, y se quedó observando a su ruso completamente a su merced para él, que lo miraba algo sonrojado, siempre le iba a gustar que por más confianza que tuvieran aún se siguiera sonrojando cuando estaba con él.

Bajó a dar atención a la "la bestia rusa" dando pequeñas lamidas coquetas, y viendo como Volkov se estremecía arrugando las sábanas con sus manos, poco a poco lo metió a su boca y empezó a masajear a la vez, preparándolo para él. Estuvo así un par de minutos y se alejó, seguro de lo que quería de su hombre.