Amo al mejor amigo de mi hermano.

Amo al mejor amigo de mi hermano. Capitulo 17

Capitulo 17:

Mantengo la mirada fría y dolida de Lucia. Me pongo en su lugar porque comprendo lo que debe estar sintiendo. Yo también sufrí de desamor por la culpa de Ben. Yo también sufrí de celos. También experimente la rabia y el dolor de ver al hombre que amo en compañía de otra mujer mientras parecían gustarse mutuamente.

Que sepa ahora que él me amaba cuando yo tenía el corazón herido por salir con otra mujer no cambia. Las secuelas de esas experiencias dolorosas están muy presentes en mi mente. En este preciso momento me siento insegura y celosa por la cercanía de la primera novia de Ben. ¡No me detendré hasta que este segura de que Samanta no logrará su cometido con respecto a mi marido!.

Sé que puede ser contraproducente exigirle a Ben alejarse de ella, porque lo que puedo lograr es que nuestra nueva relación llegue a su fin, pero prefiero terminar definitivamente con él a continuar en una relación en la cual no tengo confianza.

Ahora mismo desearía poder desprenderme de este amor que me ata a un hombre oscuro, porque puedo ponerme en los zapatos de estas chicas. Incluso puedo suponer que el dolor y la desilusión de ellas es mayor a lo que yo experimente, porque Ben no me hizo creer que tenía un interés serio por mi presentándome a sus padres, cuando la finalidad de aquellas visitas era provocarle celos a la mujer que realmente ama.

Sin duda Ben es alguien déspota, egoísta y cruel. Después de haber utilizado de aquella manera a esas mujeres no merece sentirse feliz siendo mi marido. Además estoy temblando de indignación porque en efecto la jefa de Ben es alguien que compartió su cama. Me encoleriza que sean colegas en el trabajo. Me enferma saber que aquella mujer pretende rememorar lo que tuvieron en el pasado.

Ahora mismo no sé que haré en cuanto Ben aparezca. Estoy muy enfadada con él.

Me gustaría dejar a Ben abandonado en Aruba y volver a la casa de mis padres y junto a mi hermano Luis. Pero no puedo permitir que la rabia y los celos gobiernen mis actos porque sé que más temprano que tarde me arrepentiré. Voy a esperar a escuchar la decisión de Ben.

La pelea que tendremos con respecto a que no continúe trabajando para la tal Samanta sin duda será de proporciones. No voy a tranzar con aquella situación aunque me cueste un divorcio. Ben debe dejar de trabajar para ella o nos separaremos.

No es normal ni correcto que él trabaje para su ex si ella todavía no da vuelta la página de su historia amorosa con él.

Según Lucia él no tiene interés en su jefa, pero eso no cambia el hecho de que para ella no sea igual.

Ahora comprendo la mirada fría y agresiva que me envió esa mujer en mi boda. Ahora comprendo la actitud posesiva, confianzuda y descarada que Samanta mostró acercándose a él de aquella manera tomándolo de las solapas de su traje de novio. Para ella, que Ben este casado conmigo no tiene mayor importancia. Samanta no tendría reparos en convertirse en su amante.

No puedo vivir junto a Ben sabiendo que una mujer importante de su pasado se la pasa a su lado en el trabajo tratando de tentarlo. ¡Ya no me siento capaz de convivir con los celos!. Ya no me siento capaz de verlo en compañía de alguien que trata de quedárselo.

Ben tendrá que elegir entre su trabajo en ese restaurante o yo. El puede considerarme inmadura, caprichosa, insegura y celosa, pero me da igual.

Si él desea mantener nuestra nueva relación debe acatar y aceptar mi decisión de mantenerse lejos de las mujeres que formaron parte de su pasado. Y sobre todo debe compensarme por los años que me hizo padecer el aguijón de los celos.

El debe hacerme olvidar la existencia de Lucia, Samanta y de todas las demás. Solo así podré perdonarlo y quedarme a su lado como su esposa y socia en el restaurante que desea abrir en un futuro.