Amo al mejor amigo de mi hermano. Capitulo 28

3.4K 148 2
                                    

Capitulo 28:

Disfruto el sabor erótico de los labios de Ben y del masaje placentero de su mano izquierda en mis senos que se sienten erectos y gratamente hinchados después de que mi marido los ha amasado insistentemente mientras ha estado embistiéndome profundamente con su falo, estando ambos de costado derecho sobre mi cama en casa de mis padres, los cuales en cualquier momento despertaran.

Mi padre irá al trabajo y mi madre irá de compras al mercado central para abastecer la alacena para toda la semana. Para no despertarlos alarmados debido a mi voz gimiendo teniendo sexo con Ben, muerdo mi labio inferior estando enrojecida, húmeda, mas bien empapada de sudor debido al calor del éxtasis, y de la adrenalina. También contengo la voz correspondiendo los besos apasionados de Ben gozándome a sus anchas.

Como él también estoy disfrutando de la emoción del peligro de estar teniendo sexo en esta habitación que años atrás, hasta mi niñez usamos Ben y yo para resolver mis tareas escolares o bien estudiar para mis exámenes, siendo él mi tutor personal.

Hasta mis 17 años Benjamin fue mi maestro particular. Muchas veces fantasee con tener sexo con él escondidos aquí de mis padres y de mi hermano mayor. Ahora gracias a la ex novia de Ben comprendo que esa lujuria que alimentaba dichas fantasías eróticas prohibidas se debían a que Ben me pervertía fantaseando conmigo al mismo tiempo.

Todo el tiempo que Benjamin Reyes hizo el papel serio y respetuoso como mi hermano mayor de crecimiento, tutor y confidente, en realidad me estaba haciendo cosas lascivas en su mente. Me estuvo pervirtiendo en su mente. Por eso mi cuerpo se convirtió en un cuerpo lascivo y lujurioso. Solo hasta que alcance los 15 años y me mostré delante de sus ojos casi desnuda en el centro comercial en la tienda de ropa él se dio la libertad de expresarme con la mirada lo que realmente le inspiraba. Un profundo y crudo deseo sexual.

Ben acumulo años de deseo y lujuria por mi, debido a ello ahora siendo su joven esposa me folla apasionadamente, lujuriosamente, morbosamente. Y a mi tampoco me nace la necesidad de hacer el amor de forma tierna. Yo deseo devorarlo de la misma manera. También prefiero coger duro y pervertido.

Me permito ahora mismo dejar fluir la pasión y la lujuria que él me inspira. Ahora ya no cruzan dudas en mi mente. Yo soy la única mujer que él ama, piensa y desea. En todo momento fue mío. Su pasado sexual con otras mujeres ya no me provoca celos y desconfianza. El es solo mío y yo soy completamente suya. Ahora Ben no necesita aplacar el deseo y la lujuria que le inspiro por ser prohibida con otra mujer. Ahora siendo su joven esposa puede dejar fluir su perversión sexual y yo puedo hacer lo mismo. Ya no hay cabida para un tercero en nuestra relación.

Ahora puedo perdonarlo por utilizar como mi reemplazo a otras chicas porque comprendo porque lo hizo. Lo hizo para no tocarme antes de tiempo. Su amor fue mas fuerte que la lujuria. Me protegió de su lado oscuro. Ahora deseo que esa oscuridad me envuelva y me domine.

Ya no habrán otras mujeres que gocen de su pasión porque él ya no tiene la necesidad de contenerse conmigo.

Desde que me case con Ben le permito gozar de mi cuerpo libremente y yo puedo de igual manera liberar el deseo que siento por él. Amo, adoro poder disfrutar del éxtasis que producen nuestros cuerpos a la hora de tener sexo.

Para animar a Ben que me embista mas duro y profundo levanto la pierna izquierda y la apoyo en su muslo izquierdo correspondiendo sus besos y disfrutando de sus caricias en mis senos. Mi cuerpo se acalora todavía más y sufre de intensas y prolongadas oleadas de placer. Siento en mi vientre lleno con su erección convulsiones y contracciones porque su falo me embiste con más energía y brusquedad. Succiona mi squirting que chapotea y empapa mis sábanas. Sábanas que tendré que poner a lavar en la lavadora porque no puedo dejar la cama sucia y mojada con rastros de actividad sexual.

Amo al mejor amigo de mi hermano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora