Amo al mejor amigo de mi hermano.

Amo al mejor amigo de mi hermano. Capitulo 25

Capitulo 25:

Siendo domingo a las 10:30 de la mañana me dispongo a hacer acto de presencia en la oficina de la administradora del restaurante dónde trabaja mi marido.

Mientras estuve en recepción anunciando mi visita a Samanta Valverde me di cuenta que ya estaban circulando algunos clientes. Aquí las personas adineradas vienen a desayunar, almorzar y cenar. Según Ben mas que parejas, familias y amantes clandestinos, las personas que suelen frecuentar este restaurante de lunes a domingo son personas que tratan temas de negocios. Es decir los clientes habituales de este restaurante son oficinistas y empresarios. Este es un restaurante exclusivo.

Finalmente me adentro en la oficina de la mujer que vine a visitar con una actitud seria y segura. Ella me espera con igual desplante y tranquilidad sentada detrás de su elegante escritorio. Cruzamos miradas de tigresas enojadas, dispuestas a morder la yugular de la otra. Esta es una guerra.

Samanta tiene claro que esta no es una visita de cortesía. Principalmente porque yo en este momento debería estar en una luna de miel con su chef estrella en Aruba.

Ella intuye que ya estoy enterada de quién fue en la vida de Benjamin Reyes. Por lo tanto debe saber que vine a enfrentarla de mujer a mujer. Finalmente recogí el reto que me lanzo el día de mi boda. Sabe que vine a exigirle mantenerse lejos de mi marido y es por eso que me recibió de manera tan imprevista. Ella también desea decirme cuanto antes algo muy importante.

Si Samanta Valverde pretende decirme que ha mantenido recientemente una relación sentimental o sexual con Ben no voy a creerle porque confío en él. Ella es solamente su empleadora. La que mantiene un interés personal entre ellos dos es ella. Ben esta enamorado de mi. Yo soy la única dueña de su deseo sexual.

El amor y la lujuria de Benjamin Reyes me pertenece.

Samanta me da una larga mirada estudiando mi aspecto. Trata de expresar que no soy nada especial pero ese rictus tenso en sus mejillas y ese brillo de ira y celos en sus ojos no me engaña.

No parezco una modelo exclusiva y hermosa de revistas de moda o de negocios como ella, sino una muchacha de cara angelical con atractivas curvas que viste como una joven princesa inglesa. Me coloque para esta reunión un suéter rosa cuello largo y una falda plisada color negro por encima de las rodillas y calzo un par de zapatos de cuero rosa de tacón de 10 centímetros. El cabello color miel me lo deje suelto. Como accesorios me coloque solamente cutis de uñas color rosa pálido, un reloj pulsera color plata, un par de pendientes de perlas colgantes y mi anillo de boda con un diamante. Pero lo más atractivo sobre mi no es mi aspecto, sino mi desplante y personalidad segura y dominante. No me siento en desventaja como mujer frente a ella. Ni mucho menos le temo. Es ella la que debe comenzar a tenerme respeto. Para eso he venido. Para poner una línea que jamás debe volver a cruzar. Lo mío, lo que me pertenece ni que estuviera bajo tierra volverá a ser suyo. Hablo de Benjamin Reyes. ¡Mi esposo!.

La sorprendo tomando asiento frente a su escritorio y me pongo cómoda manteniendo su mirada con otra más intimidante. Con elegancia acomodo sobre mi regazo mi pequeña cartera juvenil a juego con mi ropa y espero a que me pregunte que estoy haciendo tan temprano un día domingo en su oficina, sola, sin la compañía de mi recién estrenado marido. Su empleado más destacado.

Es ella la que comienza a hablar porque tiene más apuro que yo para sacarme del medio.

— Finalmente ha llegado el día que tanto estaba esperando. He esperado ocho años tenerte frente a mi, a solas señorita Lita Asencio Inostroza.

Eres tal cual imagine que serias a esta edad. Toda una señorita. Una damita caprichosa, consentida y arrogante. Una princesa segura de si misma porque siempre ha sido protegida como lo más valioso, sagrado y amado por su familia. Sobre todo has sido amada y protegida por Benjamin Reyes, el mejor amigo de tu hermano mayor. Tu hermano de crecimiento. Tu maestro, y guardián personal. Mi ex novio. El único hombre que he amado.