Amo al mejor amigo de mi hermano.

Amo al mejor amigo de mi hermano. Capitulo 15

Capitulo 15:

Abro los ojos con irritación. La alarma del celular de Ben no cesa de hacer ruido. El dejo anoche su celular con la alarma puesta sobre el mueble velador de su lado de la cama para que no perdiéramos el avión que saldrá esta mañana rumbo al Caribe.

Luego de buscar a tientas el cuerpo de mi recién estrenado esposo, me doy cuenta de que Ben no esta conmigo en la cama. Me pregunto si esta en el baño tomando una ducha o bien preparando nuestro desayuno porque a las 08:00 de la mañana debemos emprender camino al aeropuerto. Tenemos que tomar el avión que saldrá en una sola escala las 09:30 am rumbo a la isla del Caribe, específicamente a Aruba. Nos esperan diez horas y 40 minutos de viaje más o menos.

La isla del Caribe queda frente a las costas de Venezuela. Su clima es seco y soleado, sus playas son unas de las mejores del mundo ya que son de arenas blancas y suaves. Sus aguas son turquesas, eso según lo que nos relataron mis padres a Luis, a Ben y a mi al regreso de sus aniversarios de boda.

Comprendo que Ben deseara pasar nuestra luna de miel en el Caribe, mas bien en Aruba. Mis padres nos contaron sobre las maravillas de ese lugar paradisiaco tropical. Yo también anhelo conocer Aruba para bañarme en sus aguas turquesas y broncearme en sus playas de arenas blancas y suaves.

Ahora que Ben y yo nos hemos casado, nuestra luna de miel en el Caribe nos espera, pero ahora mismo no tengo ganas de hacer nada, estoy somnolienta, además de agotada y adolorida. Siento dolor en la pelvis y en las caderas. Sobre todo siento bastante ardor en mi sexo. Mi noche de bodas fue intensa y muy placentera. Anoche, Ben y yo hicimos el amor hasta agotar nuestras energías. Mas bien hasta agotar mis energías porque él al contrario de mi se levanto de la cama sin necesidad de la alarma del celular. Sin duda debe andar en pie fresco y despejado. Bueno, él esta acostumbrado a los efectos posteriores del sexo. En cambio para mi esa fue mi primera vez y Ben no es nada pequeño. Agradezco que mi cuerpo pudiera dilatarse lo suficiente para poder contener aquel músculo XL entre sus piernas.

A pesar de la incomodidad y de la pesadez que siento en mi cuerpo estoy contenta. Mas bien estoy eufórica. Me encuentro en un estado idiotizado de regocijo y saciedad. Me fascino hacer el amor con Ben. El me hizo tocar el cielo con las manos no una, sino varias veces. Y fue algo reciproco. No fui pasiva sino lo opuesto a eso. Perdí el control de mis impulsos por completo. Anoche liberé mis ansias de Ben. No le hice el amor, lo devoré. No es para menos si acumule durante años el deseo que sentía por él.

Esa obsesión, ese deseo y ese amor unilateral me asfixiaba debido a la frustración sexual. Anoche finalmente pude sacarme esa espina. Me desquite de Ben. Le hice experimentar la incapacidad de pensar estando sumergido en la pasión y en el éxtasis que le brinde.

Tal y como él perdió el control en el estacionamiento conmigo, yo lo hice sobre la cama cuando lo tuve por fin desnudo y a mi merced.

La lujuria que me produjo su cuerpo desnudo fue implacable e ilícita. El tiene un cuerpo bastante tonificado. Esta más bueno de lo que imaginaba.

Ben trabaja su cuerpo no solo para mantenerse saludable y dinámico. También lo hace por vanidad.

Después de nuestra noche de bodas su cuerpo quedo con las huellas de mis uñas, labios y dientes. Lo marque para que no solo él recuerde que ahora es mío. Esas marcas de pasión también servirán para que en el Caribe ninguna mujer se atreva a coquetearle porque sabrán que él tiene una pareja posesiva y salvaje.

Si sorprendo a Ben ofreciendo atención o sonrisas a otra mujer como hizo en el pasado, no solo él sufrirá las consecuencias. La mujer también lo hará. ¡La dejaré sin pelo!.

Yo no comparto lo que me pertenece. Mucho menos si se trata de Ben.

De ahora en adelante mas le vale a Ben que se comporte como un fiel y respetuoso marido, porque sino lo mandaré al infierno. Lo dejaré solo. Me divorciaré. ¡A mi me respeta!.