Me siento inútil ante la idea de que llevo 10 minutos encerrada con Sam en la habitación y no sabemos nada de Max cosa que me tiene aterrada sinceramente no me siento yo, me siento como la Nayla de hace 11 años atrás insegura y débil cosa que no soy.
— Esto me da mucho miedo más por ti y los bebés.
— Tranquila que más miedo deben tener los que intenten entrar que nosotras.— me senté en la cama analizando todo lo que puede estar pasando abajo.
Antes era yo la que debía defender y proteger a alguien, ahora me defienden a mi, después de un rato todo quedó en silencio y no sabía si era una buena señal o no, minutos después del silencio la puerta de la habitación se abrió y entro un Mauricio muy apresurado y serio.
— Debemos sacarlas de aquí viene otro ataque.
— ¿Y Max dónde está?— pregunté sin poder contenerme.
— Está abajo cordinando todo— recogí un bolso que guardo debajo de la cama con mis cosas importantes y saque de la mesita de noche el ultrasonido de mis hijos.
— ¿Están listas? En la otra casa está todo ya preparado— dijo Max entrando a la habitación.
— Yo por mi parte ya tengo todo— les dije.
— Nos vamos ya entonces, no quiero que pase algo peor— Max estaba estresado y no quería contradecirlo menos frente a su tío y sus hombres.
En el camino a la salida todo estaba muy tenso habían muchos de hombres fuertemente armados y todos con la misión de proteger a su jefe.
En otros tiempos yo era parte de esas personas me entrene los últimos años para ser la mejor por eso estoy aquí, pero ahora no podía hacer mi trabajo pero no me arrepiento porqué podré tener a mis hijos.
Ya fuera de la casa nos esperaban muchas camionetas con un blindaje de talla militar uno de los hombres de Max abrió la puerta de la camioneta que iba en medio para que subieramos, justo cuando íbamos a subir sentí que algo atravesaba mi hombro derecho y luego la sangre manchar mi camisa.
— Mierda— Max se dio cuenta y corrió a cubrirme , subimos rápido a la camioneta mientras otra lluvia de balas se formaba. — Amor ¿Estás bien?, hay que llevarla al hospital.
— Si, no me lleven a ningún lado, si llegamos así al hospital abra muchas preguntas ya fuimos ase poco no podremos hacerlo otra vez, vamos a la casa yo me encargo— le dije precionando la herida, dolía como mil demonios pero ya estaba acostumbrada a esto.
— ¿Estás segura?.— me preguntó preocupado.
— ¿Acaso no te duele?— me preguntó Sam y yo me encogí de hombro.
— E sufrido peores cosas, esto no es nada— me recosté por completo en el asiento y Max se acomodo a mi lado y acaricio mi vientre ya no tan plano.
— Lo siento— me dijo en voz baja.
— ¿Porque?.
— Por enfocarme en lo molesto que estaba en vez de encargarme de cubrirte.
— Cuando las cosas van a pasar pasan Max, esto es parte de lo que soy, me e ganado peores tu mismo has visto las cicatrices en mi cuerpo, e pasado por cosas peores y estar en esta situación y no poder hacer nada me hace sentir inútil porque en otra ocasión ya lo estaría buscando hasta debajo de las piedras pero yo sé comprender que tengo dos cositas muy importantes a las cuales debo cuidar.
— Yo lo sé pero de igual manera yo siento que debo estar seguro de todo— el se acerco con cuidado y me dio un suave beso en los labios.— Te quiero mucho nena.
Me susurro esas palabras que viniendo de el significaban tanto para mí.
— Yo también te quiero.
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Una reina para un rey #PGP2022
RandomPortada realizada por @SucreStars 🥇Ganadora del primer lugar en la categoría no ficción, de todo en los premios gemas perdidas. Nayla Moretti a sus 24 años es una mujer con un pasado muy macabro y traumado que la llevó a un internado donde la oblig...