Capítulo 7

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Ya en la habitación Max cerro la puerta y comenzamos a besarnos sin más, el pidió permiso pasando su lengua por mi labio inferior y sin poder ni querer negarme abrí mi boca y ambas lenguas comenzaron una guerra que ninguno de los dos estaba dispuesto a perder.

Max se separó de mi llevándose con el mi labio inferior y provocando que un leve gemido se escapara de mi boca, el pasó su mano por mi espalda y bajo el cierre de mi vestido, luego comenzó a bajarlo poco a poco hasta dejarme sólo en unas braguitas muy diminutas y mis tacones.

- ¿¡Mujer tu me quieres matar!?- me preguntó al ver cómo estaba.

- No podía ponerme otra cosas con ese vestido- le dije haciéndome la inocente ya que si podía ponerme otro tipo de ropa interior pero quería provocarlo si era que llegábamos a esto.

- Bueno suerte para mi no tengo que quitar mucho- me hizo darme la vuelta y me dió pequeños empujones asía la cama mientras una de sus manos jugaba con uno de mis pezones y su boca dejaba húmedos besos en mi cuello tocando los dos puntos más sensibles de mi cuerpo, uno que si lo trabajaba muy bien me llevaría a un orgasmo seguro.

- Me encantan tus gemidos- estaba tan absorta en lo que el hacia que no me di cuenta que estaba gimiendo.

Al estar frente a la cama el me lanzo a está y me voltee para verlo quitarse el saco y desabotonar su camisa dejando ambos en una silla junto a mi vestido, mientras yo reposaba en mis codos admirando esa espectacular vista de su cuerpo todo tatuado y musculoso.

Decidida a tenerlo donde y como queria me senté en la cama y quedé justo frente a su gran bulto, sin esperar ni una palabra solté su cinturón y abrí su pantalón para luego bajarlo junto a sus bóxers y maravillarme con su majestuoso miembro, ansiosa de probarlo lo agarre con una mano mientras pasaba mi lengua por un costado, luego por su glande y lo metí poco a poco en la boca hasta tenerlo completamente adentró, su sabor entre dulce y un poco salado me fascinó, mientras seguía muy concentrada en mi trabajo Max colocó sus manos en mi cabeza agarrándome del cabello y haciéndome ir más rápido, sentía como su pene me llegaba hasta la garganta.

- Oh nena para o me harás acabar- jaló mi cabello asía atrás y me separé de el a regañadientes.

- ¿Acaso no quieres que te haga acabar? A mi no me molesta que acabes en mi boca- era totalmente verdad no me molesta que acabe donde desee hacerlo, podía ver en sus ojos las ganas que tenía de hacerlo pero no lo hacía, no me dejaba volver a llevármelo a la boca otra vez.

- ¿Segura que lo quieres?.

- Deseó probar todo de ti- el me hizo volver a llevármelo a la boca y por fin se estaba dejando llevar, cogiéndose mi boca como ambos lo deseábamos, en medio del va y ven sentí como se puso más duro y en dos segundos se estaba corriendo en mi boca, era muy impresionante la cantidad de semen que salía de el.

Al terminar de vaciarse me trague todo sin desperdiciar nada luego lo saque y con mi lengua limpie los rastros de semen hasta dejarlo sin nada, lo mire a la cara y ver esa satisfacción me dejó satisfecha con mi trabajo, el me hizo levantarme y me besos con más deseo y pasión que los demás besos que nos habíamos dado anteriormente.

Sin decir nada me quitó lo único que me cubría y me hizo colocarme en cuatro sobre la cama para luego penetrarme poco a poco , haciendo soltar un gran gemido, hacia ya un tiempo que no tenía relaciones con ningún hombre sólo de vez en cuando con alguna de las chicas por ello me ponía muy apretada.

- Eres muy estrecha nena- me dijo llendo más rápido con embestidas más profundas y duras, de repente su celular comenzó a sonar y eso nos corto el momento un poco. - Nisiquiera nos dejan terminar.

- Espero que no me vallas a dejar así- de verdad lo estaba disfrutando mucho y no estaba ni cerca de terminar.

- Eso nunca nena, pero has un poco de silencio debo ver quien es- el me sostuvo de una sola mano y al momento comenzó a hablar por teléfono mientras me embestia mucho más duro provocando que me mordiera el labio inferior para no gemir como quería.- Si yo estoy aquí sólo deja que estoy resolviendo un asunto y bajo.

El colgó y sólo ví que el celular callo en la cama y colocó sus dos manos en mi cintura para ir más rápido y más duro provocando fuertes gemidos de mi parte que ahora resonaban en la habitación, jamás en mi vida había sentido un placer tan grande como este.

- Quisiera poder disfrutar este momento mucho más pero mi tío está aquí con unos socios y tengo que hablar con ellos.- Max bajo una de sus manos hasta mi clitoris y comenzó a estimularlo dando pequeños pero rápidos círculos luego se apoyo en mi besando mi cuello, pronto sentí como esa ola de calor y las sensaciones se revolvía en mi interior para luego explotar en un orgasmo sumamente perfecto.

- Oh... Max- heche mi cabeza asía atrás mientras el mordia mi cuello y acababa dentro de mi, era la primera vez que uno de mis amantes acababa dentro de mi sin condón y se sentía espectacular.

Al pasar el orgasmo de los dos max se salió de mi y ambos nos recostamos en la cama.

- Joder eso fue increíble nena- me dijo con la respiración entrecortada y acariciando mi abdomen.

- A sido alucinante jamás había acabado tan rápido y de esa manera- me lo quede viendo y nos besamos muy apasionadamente.- Por cierto no me estoy cuidando.

- No me importaría un bebe ahora, si tu lo quieres podemos hacerlo odio usar condón- no me esperaba esa respuesta pero tampoco me molestaba la idea de intentarlo.

- Ya lo veremos aunque ami tampoco me molesta la idea- nos dimos otro beso y ambos nos separamos con una sonrisa.

- Vamos a limpiarnos que nos están esperando- el se levantó de la cama me ayudó a levantarme.

Me agache para recoger mis braguitas a me gané una nalgada de su parte, luego acarició donde me pego y volvió a darme otra nalgada haciendo que volviera a mojarme.

- Pará si quieres salir de aquí- le dije jadeando.

- Es que no puedo resistirme al tenerte así- después de eso me dió una última nalgada y se alejó de mi, fui al baño con mi vestido y un bolso de mano donde tenía todo lo necesario.

Una vez me lavé me coloqué otras braguitas porque las que tenía aún estaban húmedas por mis fluidos, me recogí un poco el cabello y comencé a retocar mi maquillaje, Max entró al baño y me quedo viendo mientras se mordía el labio inferior haciéndolo ver muy atractivo.

- Tu me quieres volver loco mujer- el se paró detrás de mi y beso mi cuello.- Lastima que tenemos que bajar.

- Si no fuera así en estos momentos estaría sobre ti haciéndote acabar- lo mire a través del espejos y tenía su mirada fija en mi.

- Termina de vestirte nena o te voy a dar duro- se paró a mi lado y comenzó a acomodar su camisa mientras yo por mi parte termine con mi maquillaje y me solté el cabello arreglandolo lo mejor que pude.

Al terminar me coloqué mi vestido con cuidado de no fuera a ensuciarse y justo como hace un rato Max y yo acabamos al mismo tiempo pero esta vez de vestirnos, me coloqué perfume y estaba lista para bajar y demostrarle a las perras aquellas quien manda.

- Max quería pedirte un favor- le dije recostandome en el lavamanos para verlo.

- ¿Dime nena que necesitás?- me preguntó mientras se acomodaba el cabello.

- Quería ver si mañana tu o alguno de tus hombres me podría llevar al cementerio es que yo necesito ir a ver la tumba de mis padres- el me miró y asintió.

- Yo te llevo no te preocupes.

- Gracias- terminó y bajamos a ver qué quería Mauricio y sus socios, mañana sería una día muy difícil para mí y en realidad no sé cómo reaccionare cuando esté frente a la tumba de mis padres o si acaso como estará, sólo espero que el director Rosen halla cumplido con lo que me dijo porque si no me molestaré mucho.

 Una reina para un rey #PGP2022 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora