Capitulo 15

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P.O.V Nayla..

Llegamos a la nueva casa de seguridad y me sentía débil aún lo estoy por el veneno y ahora está herida en mi hombro, bajamos rápido con un Max hechando humos y no era para menos nos atacaron de sorpresa y para completar me habían herido por suerte el malnacido ni tenía buena puntería porque si no ya estaría más que fría.

Entramos a la casa y Max me ayudó a llegar al sofá.

— Necesito un botiquín de preferencia que tenga aguja e hilo quirúrgico— les dije y Mauricio fue a buscarlo, no duró ni dos minutos en traerlo.

Corte la camisa sobre la herida saque una pinza, le Heche alcohol y lo deje a un lado luego le Heche a una gasa y limpié la herida, la bala seguía adentro así que respiré profundo, tome la pinza y comencé a buscarla dentro de la herida.

— ¿Encerio no te duele?— me preguntó Sam repugnada por lo que hacía.

— Duele y mucho pero si no lo hago rápido va a infectarse y será mucho peor— encontré la bala y la saqué, volví a limpiar todo y me preparé para cocer, mientras preparaba el hilo y la aguja recordé lo que me decía Sonia cuando me ayudaba a hacer esto,"Eres una madame esto no debe dolerte, los cortés, las heridas son parte de ti".

Cuando volví a mi ya estaba casi terminando, mauryicio me trajo un plasma de mi tipo de sangre y después de terminar de tomar los puntos, me coloque el plasma y me recosté en el sofá.

— ¿Antes era igual?— me preguntó Mauricio.

— Aprendí así, cada vez que alguien me hería era la manera de saber que no debía dejar que volviera a pasar, si me lastimaban no había anestesia solo éramos mis dos compañeras de habitación y yo nos tocaba curar nuestras heridas porque si íbamos a la enfermería era peor, no tenían cuidado de nada se supone que era parte del entrenamiento, si aprendes a manejar tus emociones podrás hacer bien tu trabajo, aunque no funciona así, no puedes apagar todo.

Toque mi pequeño bultito y sabía que podía estar tranquila que ellos estaban bien dentro de mi, el plasma terminó de pasar y lo despegue de mi brazo.

— Necesitas descansar— me dijo Max.

— Todos lo necesitamos— le dije recostandome en su pecho.

— Vamos a ducharnos y a descansar mañana revisaremos todo— el se levantó y me cargo como si fuera una bebé.

Todo el camino a lo que supongo es nuestra habitación me la pasé dibujando círculos en su espalda.

— Lamento ser una carga para ti en estos momentos.

— No lo eres, eres mi mujer y estás embarazada debo cuidar de ti— el abrió una puerta en el segundo piso y nos adentramos en una bonita habitación, dejo mi mochila en la cama y siguió de largo para el baño.—  está noche debemos descansar y mañana ya revisaré todo.

— Si necesitas que te ayude en algo me avisas.

— Solo vamos a ducharnos, acuéstate y dejame consentirte es lo único que necesito para relajarme.

— Está bien—  el me desnudo y se quedó viendo el bultito en mi vientre.—  ya no está tan plano.

—  Pronto se notara más ya quiero sentírlos patear— me dijo emocionado y se desvistió el.

— Pronto parecere una vaca y buscarás a otra para desahogarte— le dije viéndome al espejo pero al instante me arrepentí de haberlo dicho.

—  ¿Porque crees eso?. Me preguntó abrazándome por la espalda y colocando sus manos en mi vientre.

 Una reina para un rey #PGP2022 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora