Una reina para un rey #PGP2022

Capitulo 8

La noche con Max fue impresionante sinceramente no sé cuántos orgasmos tuve sólo que anoche experimente un orgasmo múltiple cosa que nunca me había pasado, aparte de eso no faltaron los besos apasionados, las caricias delicadas y las palabras de satisfacción, anoche alternamos tener sexo duro y hacer el amor fue algo increíble.

Justo ahora ambos nos acabamos de duchar en su casa para ir al cementerio.

— Nena después del cementerio tengo que ir a la empresa para organizar unos papales y no creo que me dé tiempo de traerte así que vendrás conmigo y de una vez conoces la empresa—  me dijo mientras cada uno caminaba a su lado para vestirse.

— Por mi no hay ningún problema—  retire la toalla de mi cuerpo para colocarme la ropa interior que ya había elegido.

— Eso se te ve hermoso, me dan unas ganas de verlo roto en el piso— no se en que momento llegó detrás de mi pero aquí estaba hablándome al oído haciendo que cada parte de mi se erice.

— Pues vas a tener que controlar esas ganas porque toda mi ropa interior es lencería.

— Bueno esta noche escogerás uno para mi y luego yo me daré mi gusto— después de darle un beso en la comisura de sus labios me alejé de el.

— Si es lo que quieres eso haré pero me dejarás romper una de tus camisas.

-— ¿¡Porque!?— me preguntó confuso y con el ceño fruncido.

— Este juego es de dos si tu rompes mi ropa interior yo puedo romper una de tus camisas y ninguno se va a molestar— le dije mientras me secaba el cabello con el secador para dejarlo liso.

— Vale si eso te va a excitar tanto como a mi entonces lo haremos así.

— Bien así será— comencé a maquillarme y me hice algo sencillo para los ojos.

Muy natural para la hora y que combinará con mi mi ropa que también era algo cómodo pero apropiado para la empresa.

— Te ves muy hermosa— me encanta que me haga cumplidos eso inmediatamente me hace sonreir.

— Gracias por el cumplido.

— Te lo mereces eres una mujer muy hermosa a la que siempre ahí que recordárselo.

— Muchas gracias por hacerlo.

— Debo darte algo es para que todos sepan quien eres, esto era de mi madre y antes de ella de la madre de mi padre—  el me mostró una cajita negra de terciopelo al abrirla me quedé pasmada era simplemente hermoso.

— Es muy hermoso pero, ¿Estas seguro de darmelo?.

— Si estoy muy seguro ahora acéptalo antes de que me enojé contigo.

— Está bien— le dije estirando mi mano, el me lo colocó y se veía tan hermoso.

— Muy bien vámonos que se nos hará tarde—  me coloqué perfume y salí detrás de él.— Tenemos que pasar comprandote un célular necesito estar en comunicación contigo por si sucede algo.

— Está bien pero igual debes recordar que no soy ninguna  damisela en peligro—  Max se detuvo y volteó a verme.

— Yo se que no lo eres pero igual ya no eres tú sola contra el mundo Nayla ahora estás en esta casa, conmigo y quien sabe si con mi futuro hijo, así que necesito estar comunicado contigo por si ocurre cualquier cambio de planes y tu debas saberlo o viceversa, ¿Está bien?—  su voz dura me hizo recordar bajo que situación estoy aquí, yo no soy nadie en esta casa sólo soy una mujer a la que compraron para hacer lo que estoy haciendo satisfacer a mi dueño y cumplir todo lo que el desee, no soy quien para ponerle reglas o discutir con Maximiliano, callendo en cuenta de eso solo baje la cabeza y asentí como una buena perrita obediente.