Una reina para un rey #PGP2022

Capitulo 20

P.O.V Max.

Nayla se quedó dormida entre mis brazos y no pude evitar buscar un punto de comparación entre ella y Karen, aunque no lo había Nayla es decidida y no se deja llevar por nadie, Karen era muy inestable y vivía en el que dirán de la gente, con Nayla e sentido cosas que con Karen jamás llegué a sentir, la diferencia más grande es que Karen es mi pasado y Nayla moretti es mi presente y mi futuro, la madre de mis hijos y la mujer de la que me estoy enamorando.

Me quedé viendo sus facciones finas y lo tranquila que dormía en mis brazos y me sonreí al ver cómo me abrazaba con una de sus manos y como la otra estaba sobre su vientre aún dormida cuida de nuestros pequeños.

— ¿Que me estás haciendo preciosa?—  Pregunté al aire mientras acariciaba el rostro de mi mujer.

Con mucho cuidado saque mi brazo y la acomode bien en la cama, le di un beso en la frente y baje hasta su pancita y también le di un beso.

— Cuiden a mami, papá va a trabajar para que estén seguros— Me levanté de la cama, me fui hasta el baño y me duche, tengo que encontrar a quien está haciendo esto, no quiero que los bebés nazcan y esten en peligro, aparte es muy probable que le hagan cesárea a Nayla y sería un blanco facil para nuestros enemigos.

Terminé de ducharme y salí envuelto en una toalla encontrándome con mi mujer despierta.

—  ¿No te deje dormida?.

— Me desperté al no sentirte— aquella afirmación me hizo sonreír y darme cuenta de que hay más fases de Nayla que no conozco y que apresar de todo lo que a pasado aún existe un poco de ternura e inocencia en ella.

—  ¿Te hacía falta?— ella se levantó de la cama y camino hacia mí quitándome la toalla.

— Mucha falta—  coloqué mis manos en sus caderas y la pegue a mi, sentí mi ya creciente erección y me sorprendió por lo rápido que ella puede hacer que mi cuerpo reaccione cuando ni siquiera un beso me a dado.

— ¿Mi amor se despertó con ganitas?—  ella asintió y comenzó a besar mi cuello, desde que estoy con Nayla siempre me e dejado llevar por ella, antes era yo quien mandaba a la hora de tener relaciones pero descubrí que me encanta tener una mujer que tome la iniciativa, que sin yo decirlo o pedirlo me toque y me bese sin miedo a mi reacción.

Sin pensarlo demás la agarre de los muslos y la cargue llevandola a nuestra cama mientras nos besábamos como nunca en la vida.

Ya en al cama puedo decir con toda propiedad que está vez no fue solo sexo, había mucho más que deseo, por primera vez le hice el amor a alguien. Al terminar nos recostamos y la acomodé entre mis brazos mientras acariciaba su cabello.

— ¿Si pudieras cambiar algo de todo esto que sería?—  su pregunta me dejó pensando.

— La verdad no cambiaría nada, porque si no hubiera pasado todo esto no estarías aquí conmigo y no estaríamos esperando a nuestros pequeños.

— Yo creía que estaba mal al pensar lo mismo.

— No es así, las cosas pasan por algo y debemos aprender a vivir con ello.

— Lo sé y lo único que quiero es terminar con esto, ni siquiera hemos podido disfrutar bien de esta etapa de mi embarazo porque siempre que nos estamos acostumbrando pasa algo.

—  No puedo prometerte que nada más va a pasar pero apartir de ahora vamos a intentar concentrarnos más en ellos y en nosotros.

— ¿Nos vamos a quedar aquí todo lo que resta de mi embarazo?.

— No, está casa es solo para quedarnos hasta que pase todo este alboroto y podamos buscar una casa para los cuatro solos.

— ¿Y que pasará con tu tío y Sam?.

—  Ellos vivirán en su casa y nosotros en la nuestra, ambos necesitamos privacidad para estar juntos y para criar a nuestros hijos.

—  ¿Que somos tu y yo al final?— la quedé mirando fijamente sin poder creerlo, yo creí que hace rato que estaba claro que ella es mi mujer.

— Estamos juntos, somos pareja, se que no te lo e pedido como se debe pero eres mi mujer, la mamá de mis hijos que vienen en camino, eres mi reina, cuando te di el anillo te pedí todo eso solo que no me atreví a decírtelo.

—  Eso es lindo— me sonreí y la bese para poco a poco subirme sobre ella y hacerle el amor.

Después de terminar nos quedamos dormidos y al despertar nos dimos un baño en el jacuzzi para cambiar un poco la rutina de nuestro día a día.

— ¿Amor quieres comer aquí o bajamos?.

— Quiero que comamos y nos vallamos a tu despacho para buscarle una solución a todo esté enrolló.

— Está bien vamos a vestirnos y bajamos—   fuimos al closet a vestirnos y bajamos para encontrarnos con todos en la sala, mi prima y las chicas hablaban con Nana y el chico  las ayudaba a mover unas cosas de decoración, mientras mi tío observaba desde una esquina molesto.

— Buenas tardes— dijimos Nayla y yo.

— Maximiliano te espero en el despacho—  dijo mi tío para luego irse molestó.

— ¿Que fue eso?— me susurró Nayla extrañada.

— No lo sé amor pero iré a ver qué pasa— le di un beso en la frente y fui  hasta mi despacho, mi tío parecía una fiera enjaulada.

— ¿Me explicas que diablos hacías en la academia?.

— ¿Quien te dijo eso?— le pregunté igual de fuerte como el amí.

— También tengo mi gente Maximiliano, no debes de confiar en ellos son asesinos que hacen cualquier cosa por quién les paga—  aquellas palabras me callejón muy mal.

— Te recuerdo que tú trajiste a Nayla de ese lugar y ella está conmigo—

—  ¿Y como traje a Nayla de allí? Yo la compré Max y está contigo porque la compré para eso, fue entrenada para hacer lo que sea por lo que le paguen,  ella se acostaría con cualquiera mientras le paguen.

— Ella no es así— le dije molesto ¿Porque ahora mi tío habla así de Nayla?.

— Escucha Max eres de la poca familia que me queda, está bien que te acuestes con ella, lo del embarazo lo entiendo quieres ser padre  y puedes hacerlo pero e visto como te estás involucrando emocionalmente, ¿De verdad crees que ella te quiere? Ella solo quiere tener a esos bebés porque salió embarazada y no puede abortarlos. 

— Tío te voy a pedir un favor,  no te metas en mi vida y en mis decisiones, lo que pase o no entre Nayla y yo es entre ella y yo.

— Bueno yo solo estoy tratando de  que no te pase lo mismo que con Karen.

—  Ella no es como Karen, en ningún aspecto  y aunque no llevemos años conociéndonos se que puedo confiar en ella.

— ¿Y el hombre ese que vino con ella? ¿Acaso te pidió que los trajeras?.

— Ella no me pidió nada, yo los traje porque necesito gente para ayudar a Nayla cuando yo no esté y a la vez para cuidarla.

— Bien si estas seguro de lo que haces te apoyaré—  el salió del despacho dejándome con un mal sabor de boca no quiero desconfiar de mi familia pero se que esto es demaciado raro.

— No sabía que pensaba tantas cosas malas de mi— Nayla estaba parada en la sombra no me había percatado de su presencia.— Tranquilo nadie nunca a logrado darse cuenta de mi presencia al final siempre seré una sombra.

— No digas eso.

— No es así, todos de alguna u otra manera me comparan con Karen y ya sabemos que soy su remplazo en casi todo.

— No es así para mí no lo eres.

— Desde esta mañana no dejo de pensar en que si las cosas hubieran sido diferentes estos niños fueran de ella y no míos o tal vez estaría siendo una buena hermana y prestando mi vientre para hacer su sueño realidad.

—  No pienses en eso yo estoy contigo y todo lo que siento contigo jamás lo e sentido con nadie—  me acerque a ella y la abracé, yo sé que el embarazo y las nuevas noticias están jugando con ella y su seguridad.—  Yo sé que tú no eres ni serás ella y eso es lo que más me gusta.