Rojo & Azul

ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 8

ᴄʀᴇᴏ ϙᴜᴇ ʟᴇ ᴘᴜsᴇ ᴇʟ ᴄᴜᴇʀɴᴏ ᴀ ʟᴀᴜʀᴇɴs

—Creí haberte escuchado decir que iríamos a un teatro.

Digo a mi acompañante en cuanto el carruaje que nos llevaba se detiene frente a una mansión, André simplemente sonríe divertido.

—Haremos una pequeña parada.

—Para...

—Saludar a una vieja amiga — Dice el más alto al mismo tiempo que se baja del carruaje, sonrió divertido antes de negar levemente y bajar junto a él del carruaje.

—¿Cómo es que haces todo con tanta confianza? Da la impresión de que puedes hacer lo que quieras y eso jamas va a traer consecuencias.

—Lo se — Responde con simpleza al mismo tiempo que llama a la puerta, yo me muevo incómodo dentro de la casaca roja que tenía puesta — Tranquilízate, nadie va a decirte nada.

—Siento que alguien podría venir y....

—No te van a reconocer, tranquilízate.

La puerta del lugar es abierta dejando ver a una mujer de tez oscura quien parece reconocer a André pues rápidamente le deja entrar, él hace un ademán para que lo siguiera.

—Entonces... ¿Vienes seguido?

—Lo hacía hace un tiempo, como te digo vengo a ver a una vieja amiga.

—Ya veo — Respondo mirando como aquella esclava se marchaba a buscar a alguien, supongo aquella amiga de la que André tanto hablaba.

—Luego de esto podemos ir al Teatro.

—Muy bien — Respondo jugando con un mechón de mi cabello justo al mismo tiempo que una joven de vestido azul entra en la habitación en la que estábamos.

—Eliza — Saluda John haciendo una pequeña reverencia a modo de saludo, la chica sonríe respondiendo igualmente con una ligera reverencia.

—John André, es un placer verlo de nuevo — Dice ella mientras se acerca lentamente y con gracia hacia nosotros.

Mi atención es totalmente captada por ella quien sin dudar ni un segundo comienza una conversación con André, segundos más tarde me mira con curiosidad, parpadeo un par de veces dándome cuenta de que el rubio también me miraba, seguramente habían preguntado algo y yo no siquiera había prestado atención a lo dicho por ambos.

—Disculpe no quiero ser grosera pero creo que aun no nos conocemos.

—No es así... Quiero decir tiene razón, no nos conocemos — Digo acercándome un poco a ella quien sonríe divertida.

—Soy Elizabeth Schuyler.

—Alexander Hamilton — Respondo tomando su mano para besarla dulcemente — Es un placer conocerla.

—El placer es mío Alexander.

La conversación continúa y esta vez participó de vez en cuando aunque la mayor parte del tiempo ni siquiera me doy cuenta de lo que estamos hablando. Lo único en lo que puedo pensar es en aquel par de ojos negros.

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—¿Te agrado? — Pregunta André una vez estamos de nuevo en el carruaje y este comienza a avanzar.

—¿Disculpa?

—La señorita Schuyler.

—Ah, creo que es linda.

—No pregunte eso — Me dice ladeando ligeramente la cabeza, aunque trata de ocultarlo puedo ver una pequeña mueca en su rostro.