ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 2

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ᴄᴏɴᴏᴢᴄᴏ ᴜɴ ʀᴜʙɪᴏ ʏ ɴᴏ ᴇs ᴊᴏʜɴ ʟᴀᴜʀᴇɴs

Al estar solo por fin pongo atención al lugar, por la decoración y el espacio podría asegurar que estaba en el hogar de alguna persona adinerada. Es en este momento cuando una variedad de preguntas comienzan a inundar mi cabeza ¿Por qué me trajeron aquí? ¿Quién? ¿Para qué?

Intento buscar alguna respuesta lógica mientras recorro el lugar con la mirada, era una especie de salón habían algunos sofás que a simple vista no parecían nada cómodos pero sí demasiado caro, creo que me daría miedo sentarme podría dañarlos y seguramente me harían pagarlos, la puerta estaba detrás mío, también había algunas ventanas enormes por las cuales podía verse la luz del sol, seguramente sería más o menos el mediodía.

—Señor Hamilton — Llama una voz obligándome a voltear dejando de ver lo que había en el lugar.

Al ver al hombre no puedo evitar hacer una mueca, frente a mi estaba un joven rubio de ojos color avellana, vestía el típico uniforme rojo perteneciente a los británicos ¿Quien era? ¿Por qué conocía mi nombre? ¿Este hombre fue quien dio órdenes de traerme aquí? debo admitir que aquel uniforme le quedaba de maravilla, siempre me gustó más que el informe azul del ejército continental.

Al parecer mi expresión puede dar a entender lo que estoy pensando pues el hombre se acerca con una sonrisa extendiendo su mano.

—Soy John André, es un placer conocerlo.

—Ojalá pudiera decir lo mismo — Susurro solo aceptando su mano por mera cortesía — Soy Alexander Hamilton, aunque supongo que lo sabe.

Él asiente ligeramente con la cabeza invitándome a sentarme en uno de los sofás, acepto un poco desconfiado, cuando estoy sentado veo la pequeña mesa frente a nosotros dándome cuenta de que había un par de tazas, seguramente para tomar el té, no puedo evitar dejar escapar una pequeña risa ¿Estoy en una especie de cita retorcida? ¿El hombre piensa drogarme poniendo algo al té o he leído demasiadas novelas?

—¿Por qué estoy aquí? —Pregunta rechazando la taza de forma tan amable como puedo.

—Quería conocerlo.

—¿Y para eso ha mandado a dos tipos para secuestrarme?

—No es mi mejor plan, lo admito, pero temía que pudiera negarse sin antes haberme escuchado.

—Claro, entonces dígame qué es lo que necesita para poder marcharme rápido — André sonríe dejando su taza con tranquilidad y delicadeza, me mira atentamente.

—Es justo como lo imaginaba — Dice cambiando su postura a una más relajada — Se que en este momento estoy usando mi uniforme pero que eso no sea razón para juzgarme ni para evitar escucharme.

—Bueno estoy aquí, lo escucho — Me cruzo de brazos para mirar al hombre con seriedad él simplemente se levanta de su lugar supongo que para hablar con mayor tranquilidad.

—Quiero que nos ayudes Hamilton, en una misión de espionaje.

Una sonrisa burlona aparece en mi rostro, este chico era directo, podría caerme bien si nos hubiéramos conocido de otra manera. Puedo notar que me mira atentamente, yo simplemente niego.

—Hamilton miralo como una oportunidad, se que puede parecerte una locura pero confía en mí.

—¿En un soldado británico? — El solo ríe acercándose a mi.

—Alexander se que eres un joven inteligente, puedes estar seguro de que te haré llegar alto.

—¿Qué no ves que no pienso dejar de ser leal hacia esta nación que me acogió? — Dejó escapar una risa burlona mientras observo aquellos ojos color avellana — "llegar alto" odio decirlo pero no quiero que pase.

—¿Entonces es esto lo que decides? ¿Pasarás tu vida teniendo una tonta lealtad hacia esos hombres que en cualquier momento pueden abandonarte?

—Es mejor pelear por la libertad de este país... ¿Sabe? creo que es mejor que me vaya — Digo poniéndome de pie al mismo tiempo que niego nuevamente con la cabeza — Además si fuera como tu jamas llegaria hasta donde quiero, la gente hablaría de mi.

—Hamilton escúchame sabes que esto es una buena idea, arriésgate junto a mi, puedo ver en tu mirada ese brillo de inteligencia — Lo miro a la cara, puedo ver un sonrisa y cierto brillo de emoción en sus ojos, conocía bien esa mirada — Eres como yo, se que estas esperando a que algo interesante ocurra, una oportunidad de escalar y mejorar tu suerte, bueno este es el momento.

—Estoy bien con las cosas como son señor André, como puede ver no necesito un problema más en mi vida — Digo dando la vuelta para marcharme.

—Te creo, sé que no necesitas más problemas, pero ¿Estás satisfecho? — Su pregunta me obliga a detener mi andar, él se encuentra a mis espaldas así que no puede ver el rastro de duda que hay en mis ojos — Dime Hamilton ¿Estás satisfecho sirviendo al ejército continental?

Muerdo mi labio inferior un par de segundos antes de dar la vuelta nuevamente, esta vez para ver al joven rubio.

—Muy bien, casi me tienes pero no se si conviene ¿Qué es lo que me ofreces en caso de que esta tonta idea tenga éxito? — Puedo darme cuenta de una pequeña sonrisa de satisfacción en el rostro de André.

— Claro es lógico que quieras seguir preguntando te prometo grandes cosas Hamilton, únete y veras que todo va a cambiar, tu suerte mejorará eso es indudable, puedes depositar esa lealtad a la corona.

—Promesas vacías ¿Crees que soy tonto? Arriesgaré mi vida si es que acepto esto.

—Tendrás una buena remuneración económica, tendrás la vida asegurada, te conseguiré una esposa decente — Apartó la mirada un par de segundos antes de escucharlo hablar nuevamente — Puedes confiar en mi, sabes que si mi bando gana tendrás una buena posición me encargaré de ello, vivirás cómodamente, y si no, bueno solo puedes fingir que esto nunca pasó, nadie tiene porque enterarse.

Mi mirada se encuentra con la suya, un brillo de determinación se asomaba a través de esos ojos avellanas, si este hombre era como yo estaba casi seguro de que no aceptaría un no por respuesta, veo como extiende su mano hacia mi esperando que la tomara, seguramente para cerrar el acuerdo. ¿Estaba dispuesto a hacer esto? ¿Mi conciencia estaría tranquila luego de esto?

Mi cabeza piensa un millón de cosas, si me niego y ellos ganan tendría a este hombre en mi contra y por lo que veo tiene las posibilidades de hundirme.

—¿Y bien? — Pregunta ofreciéndome una sonrisa.

"Piensa en tu futuro"

Mi mente termina por traicionar haciendo que por fin me decida. Solo tendría que enviarle información ¿no es así? Todo era cuestión de ser cuidadosos, suspiro antes de asentir levemente tomando la mano de André.

—Está bien, acepto.

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