21. BODA

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ADRIEN:

Un mes había pasado de manera rápida. La boda de Alya y Nino nos había hecho olvidar nuestro martirio diario.

Nuestros queridos amigos habían decidido casarse en Córcega, cerca de la playa a doce kilómetros al sur de Porto Vecchio, por lo que viajamos con anticipación para llegar con buen tiempo.

Aún me desperté con pereza hace unas horas, aunque no hicimos nada extravagante en la despedida de soltero de Nino estaba cansado.

Y los nervios de mi amigo me cansaban de igual forma.

Mientras Alya y las chicas, incluida mi pequeña, se arreglaban en la habitación de la primera, le daba ánimos a mi mejor amigo, el cual no para de acomodar su traje.

Luka solo reía mientras veía la escena, a la vez que mantenía su celular en manos.

-Vas a arrugar el traje, ya quédate quieto- recrimino lanzándole una almohada, ganándome la mirada fulminante de Nino.

-Estoy nervioso- confiesa lo más obvio.

-¿Enserio?- pregunto sarcástico.

Era obvio que estuviera nervioso, no es un día cualquiera, pero eso no evitaba que lo molestara un poco.

Dos leves golpes se escuchan en la puerta antes de que esta se abra.

-Adrien, ¿podrías venir un segundo y ayudarme con tu mujer y sus hormonas?- pide Kagami con cansancio.

Mi mujer, eso suena lindo.

Me levanto de la cama y sigo a la chica hasta la habitación donde están, que solo está separada de la nuestra por dos cuartos.

Entro a la habitación donde encuentro a Marinette sentada al borde de la cama llorando desconsoladamente al mismo tiempo que Alya con su vestido ya puesto, está sentada a su lado, sobando su espalda en forma de consuelo.

-¿Qué sucede pequeña?- pregunto curioso inclinándome frente a ella y retirando sus manos de su rostro para poder verla.

-Es que no puedo creer que mi mejor amiga se vaya a casar- solloza al mismo tiempo que Alya la abraza, conmovida por la escena- además, no creo que el vestido me quede, y eso es tu culpa- reclama después de separarse de la morena, que contiene una risa divertida.

-¿Por qué sería mi culpa?- pregunto divertido, limpiando sus lágrimas con mis pulgares.

Sus dramas hormonales se me hacían bastante divertidos, no podía evitarlo.

-Dejaste que me comiera esas magdalenas, y ahora no entrare en el vestido, esto es un desastre- se queja con un puchero al terminar de hablar.

-Esas son tonterías, vamos a que te pongas el vestido- tomo sus manos para que se levante y lo hace sin rechistar para después tomar el vestido que colgaba en un gancho en el armario.

Camino con ella hasta el baño, donde se deshace del vestido holgado que lleva y se pone el de dama de honor.

Se da la vuelta para que suba el cierre y así lo hago, este cerrando a la perfección.

-¿Ves?, te vez hermosa pequeña- beso su mejilla mientras ella se mira en el espejo de cuerpo completo.

De verdad se ve hermosa. Había estado preocupada por su peso esta semana, ella quería verse bien para la boda de su mejor amiga y la entiendo, solamente ha subido un máximo de dos kilos, su vientre se veía un poco más abultado, las náuseas y mareos ya eran casi inexistentes y la mayoría del tiempo su rostro estaba sonrojado.

WHY?//FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora