WHY?//FINALIZADA

22. NUNCA

ADRIEN:

-¿Adrien?- escucho el grito de Marinette desde alguna parte del departamento.

-En la cocina- respondo de igual forma.

Los meses seguían pasando de forma rápida.

No teníamos más información sobre quién estaba detrás de las amenazas, Rick no había dicho nada más, solo sabemos que trabaja para alguien que desconocemos y por lo dicho él también.

Me giro para poder verla en cuanto entra a la cocina, dejando el vaso de agua en la encimera.

A los ocho meses de embarazo se ve aún más hermosa que nunca, a los seis meses dejo de ir a trabajar y yo intentaba pasar la mayor parte del tiempo con ella, no podía hacer varias cosas sola, hasta levantarse de la cama le costaba y yo procuraba que estuviera cómoda la mayor parte del tiempo.

-¿Puedes decirme que es esto?- pregunta levantando un frasco con los antidepresivos que le daba antes.

-Vitaminas- miento a la vez que maldigo mentalmente por no tirarlos o esconderlos en algún otro lugar.

-¡No me mientas, ya se todo!- espeta furiosa.

-¿Saber qué?- me hago el desentendido.

-Deja de hacerte el idiota- me lanza su celular y por suerte lo atrapo- de nuevo son mensajes, en donde dice que no solamente me dabas antidepresivos a mis espaldas, también contrataste un guardaespaldas- sigue hablando antes de darse la vuelta.

-Marinette- hablo mientras la sigo- pequeña- sujeto su brazo pero se suelta de mi agarre.

-Confianza, eso es lo único que te he pedido, que me digas las cosas como son y mira de lo que me entero- está furiosa, y la entiendo, nunca debo ocultarle algo así.

Camina hasta la puerta y la abre sin mirarme.

-¿A dónde vas?- pregunto curioso, la idea de que salga de noche no me agradaba.

-A un lugar donde no haya novios mentiroso- dice mirándome fulminante- aunque cualquier lugar es bueno mientras esté lejos de ti- cierra la puerta de un portazo y esta vez no la sigo.

Hace una semana se molestó porque no la deje lavar los platos y salió de la misma forma, la encontré en la acera a unos cien metros de la puerta, así que es muy probable que vaya al mismo lugar.

Ahora está furiosa y no puedo pedirle que entienda mis razones.

MARINETTE:

No solamente está molesta, estaba furiosa y dolida.

Yo le he contado todo, absolutamente todo y él no ha tenido la misma confianza conmigo.

No quise escuchar alguna explicación, al menos no por ahora. Solo quería ir a un lugar donde pueda pensar, y que mejor que mi taller en la empresa, no había ido en meses y ahora me parecía un buen lugar.

Tome las llaves del auto del rubio antes de salir, así que no tendría ningún problema para trasladarme, pero en cuanto entro al auto una punzada fuerte en mi vientre me hace detenerme de golpe.

Cierro los ojos un par de segundos y respiro profundo hasta que este dolor se quita. Espero un par de segundos antes de poner el automóvil en marcha.

-Tu padre es un tonto cariño- le susurro a mi vientre mientras manejo.

Hacer eso me gustaba, pero a Adrien le encantaba ya que leyó en algún lado que el bebé lo escuchaba y reconocía.

Llego a la empresa en el tiempo estipulado y estaciono el auto antes de entrar. Todavía hay pocas personas y la empresa cierra en media hora, tiempo suficiente.