—el niño...— la mujer ignoro el escalofrió que sintió al recibir la mirada de los hijos de Batman y sonrió tratando de aligerar el ambiente. —llevaba pantalones de mezclilla, un chaleco azul de lana y una camisa blanca, creo que tenía los ojos azules y era...— ahí la mujer quedo en blanco al recordar levemente al menor, dio un vistazo nada disimulado a Damian que frunció el ceño.
—maldita sea era él— Red Hood gruño dando una patada al bote de basura para luego quitar a Robin y golpear al hombre que aulló de dolor.
—Red Hood— Batman alzo la voz en señal de advertencia, el segundo ex Robin chasqueo la lengua, —tienes suerte— murmuro entre dientes y regreso a lado de los héroes.
—Red Robin entrega a este— Batman vio de manera fría y amenazadora al hombre que lloriqueaba en el suelo —a Gordon y encuéntranos en la plaza los demás, busquen en cada callejón de Gotham, no puede estar lejos— la mujer parpadea y tres de los cuatro batboys habían desaparecido, Red Robin saco unas esposas y levanto sin mucho esfuerzo al igual que sin cuidado a la bolsa de carne que seguía llorando de dolor. Y Selina por primera vez vio que tal sonrisa cursara por el rostro del tercer Robin.
Era una sonrisa llena de maldad.
—estas pasando mucho con Red Hood y Robin— susurro divertida, dispuesta a irse se dio cuenta que su bolsa llena de joyas había desaparecido.
—ve a dormir Catwoman, gracias— Red Robin salió del callejón mientras se despedía con la mano.
—injusticia...— susurro el hombre que era arrastrado por el héroe.
—cállate, tienes suerte de que estemos apurados, no quiero ni imaginar lo que Red Hood y Robin te hubieran hecho si tuvieran tiempo— susurro el joven mientras veía una patrulla cerca.
Mientras tanto Batman saltaba y corría por todos los techos, metiéndose en todo callejón buscando con desesperación a su pequeño padre, Red Hood y Robin no estaban diferentes. Red Hood había ido a los barrios bajos, pero tenía la esperanza que el niño ni se hubiera asomado por ahí. Robin iba de un lado a otro buscando a su padre deteniéndose en tiendas de dulces, video juegos.
Cuando Red Robin se les unió hicieron una limpia a toda la ciudad, incluso cuando el pingüino quiso hacer de las suyas se sorprendió de que antes de siquiera abrir la boca Red Robin ya lo había esposado.
—hoy no tenemos tiempo— gritaron para luego seguir buscando, Batman mando a cada uno de sus compañeros a puntos fuera de la ciudad, buscaron tras cada árbol y en cada casa abandonada, pero no había rastro de Bruce Wayne.
—ya aparecerá Dick— Tim estaba sentado junto a Damian mientras comían una barra de chocolate.
—pero...maldita sea, ya es las 3 am y no hay rastro de Bruce— Batman hizo una expresión llena de dolor y preocupación, Jason le golpeo levemente el hombro.
—ya no podemos hacer más buscamos por todo lado.
—te dije... ¡te dije que deberíamos haberle puesto ese rastreador que b siempre le pone a Damian!— lloriqueo mientras se apoyaba en una pared.
—¡¿qué me qué?!— Tim tomo su barra de chocolate y la metió en la boca del más pequeño que lo vio furioso, pero la siguió comiendo.
—Dick mañana seguiremos buscando, estamos exhaustos – susurro con cuidado, Batman asintió con pesadez y regresaron a la mansión donde un preocupado Alfred les esperaba, el mayordomo se sentó con la preocupación expresada en su viejo rostro, cuando al bajarse cada niño de su medio de transporte negaron con la cabeza.
—lo encontraremos— Dick le sonrió débilmente al mayor que asintió dándole una sonrisa al primer Robin.
—vayan a la cama—
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Bruce Wayne ¿Niño?
FanfictionBruce se fue a la misión con la liga, como un adulto y regreso como un niño. Ahora sus hijos deben hacerse cargo de un pequeño Bruce con miedo a las armas, pesadillas nocturnas, y amante de dulces. Acompaña a los Robins siendo ñiñeras de un niño tra...