Despierto y puedo escuchar unas risas que vienen de afuera, Sebas no está a mi lado como quería que estuviera, pero reconocería su risa de entre muchas personas ya que se propone a no usarla tan a menudo. Me pongo de pie y antes de salir me detengo frente al espejo para ver mi reflejo, nunca me ha gustado verme mucho en estos objetos, la vanidad no es lo mío, nunca lo ha sido e incluso los he evitado, pero desde que estuve con Sebas hace tres días no puedo dejar de verme y es porque ya no soy la misma que era antes de esa noche.
Sonrío para mí y después observo ya mejor mi aspecto que no es tan agradable en las mañanas, corro al baño del pasillo sin hacer ruido para que nadie me escuche y entro sosteniendo la puerta con cuidado. Cuando termino salgo y me descubren unos ojos verdes encantadores.
-Estábamos a punto de llamar a la policía, creímos que habías muerto. – Se burla Katie cuando me acerco a ellos que están sentamos en el comedor desayunando.
-Oh por Dios, si es muy temprano ustedes son los locos madrugadores. – Alego en mi defensa.
-Buenos días petite. - Sebas toma mi mano y me sienta en sus piernas, deja un beso en mi cuello y no puedo evitar sonreír.
-Me gusta cómo se ven juntos. - Anuncia Mimi mirándonos con sus ojitos brillantes. Se sonroja cuando los tres la miramos sorprendidos por su declaración. - Oh lo dije en voz alta, ¿no es así?
-Si amiga, se te soltó poquito la lengua. – Katie le toca el hombro en señal de apoyo.
Soltamos las carcajadas al mismo tiempo y solo hacemos que Mimi se convierta en un tomate de pies a cabeza.
-Está bien Mimi, a mí también me gusta como nos vemos juntos. – Sebas me mira a los ojos cuando lo dice y se me viene el recuerdo de ayer en la noche, cuando creí escucharlo decir que... me amaba. Como si lo notara quita su mirada de la mía y cambia de tema.
El resto de la mañana me siento un poco distante y distraída no puedo dejar de pensar en esas palabras, porque seamos claros yo estaba casi dormida, sino es que ya estaba dormida. Probablemente solo fue un sueño, cosa de mi imaginación después de la noche que tuvimos juntos, primero lo que pasó en el estacionamiento del restaurante y es que me sentí tan unida a él después de la primera vez que estuvimos juntos. Y luego la discusión por las flores, entiendo de cierta forma su enojo, pero no la actitud que tomó. También hablar con mi hermano Nico sobre Sebas y mis sentimientos fue otro nivel, algo que no pensé que podría llegar a hacer, no después de que hace 5 años no quería ni mencionar su nombre frente a mi familia o cualquier persona en general.
Creo que todo eso junto me hizo alucinar y crear ideas en mi cabeza que no sucedieron, si claro, esas palabras no fueron reales.
- ¿Estás bien? – Pregunta Sebas mirándome desde su lugar en el sofá de su oficina.
-Si claro, ¿Por qué no lo estaría?
-Pues no sé, tenías esa mirada pensativa tuya- Se acerca y toca mi mejilla con su pulgar.
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All I Ask
Teen Fiction¿El destino es cruel? Por supuesto. Camille está segura de ello. Ella no confiaba en que podía llegar a amar hasta que llegó alguien que le hizo ver las cosas de otra forma pero, ¿qué pasa cuando esa persona te falla? El destino hace su mejor jugada...