¿El destino es cruel? Por supuesto. Camille está segura de ello. Ella no confiaba en que podía llegar a amar hasta que llegó alguien que le hizo ver las cosas de otra forma pero, ¿qué pasa cuando esa persona te falla? El destino hace su mejor jugada...
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-Yo considero que estos programas son perfectos para la promoción del libro.- Me dice Sebas, todo el día nos la pasamos encerrados en mi oficina trabajando, pero no terminamos así que nos tuvimos que traer el trabajo a mi apartamento.
-Si, creo que debemos aceptar la oferta de este, - le digo señalando uno de los programas más vistos de la televisión - mandemos las opciones y veremos que dicen.
-Okay, yo me encargo de eso. Ahora, con respecto a... - es interrumpido por el sonido del timbre.
-Seguro Katie pidió algo para cenar, qué raro que no preguntara si queríamos algo.- Dejo mi comodidad en el sofá para abrir porque no vemos a Katie salir por su cena, está en el apartamento porque dijo que hoy no se sentía bien para salir.
Abro la puerta y casi se la cierro en la cara a la persona que está del otro lado.
-Gabriel, ¿Qué haces aquí? – pregunto bajando la voz.
-Estaba pasando por aquí y me preguntaba si te gustaría salir a cenar a algún lado.
-¿Tú pasando por Brooklyn?
-Si, ya sabes cosas importantes – Ayer me dijo que era muy raro que cruzara el puente hacia este lado.
-Y puedo saber ¿Cómo supiste mi dirección? – Duda y se me viene solo una persona a la mente.- Fue Mada ¿no es así? - Asiente.
-Entonces ¿qué dices?
-Gabriel yo creí que planearíamos las salidas, la verdad no esperaba que fuera hoy.
-Cami, ¿Quién es?- Llega Sebas a mi lado y me toma de la cintura en cuanto ve a Gabriel, puedo notar como su mirada recorre la mano de Sebas. Creo que tengo que hacer esto de las presentaciones, pero se me adelantan.
-Soy Gabriel Berruti. -Dice con mucha formalidad.
-Ah claro, el novio falso. – No sé por qué hace ese comentario, miro a Gabriel y noto su incomodidad. - Yo soy Sebastian, el novio real. - Casi se me salen los ojos. Mi novio falso extiende su mano y mi novio real le responde el saludo.
-Mucho gusto Sebastian, mmm no quería interrumpir lo siento. – Dice rascándose incómodamente por detrás de la cabeza.- Camille, lo dejamos para otro día no te preocupes, nos ponemos de acuerdo, ¿está bien?
-Si Gabriel, lo planeamos mejor.
-Nos vemos, fue un gusto conocerte Sebas. -Se despide y se va. Cuando cerramos la puerta miro molesta a Sebas , fue muy grosero.
-¿Qué pasa contigo? ¿Por qué rayos hiciste eso?
-Ay Cami venga, no dije algo que no fuera verdad, ¿o sí? -Intenta abrazarme por la cintura y yo lo alejo mientras camino al sofá.
-No, pero sonó muy mal, yo no le había contado a Gabriel.
-Ehh no te enojes.
-No estoy enojada, solo que lo volviste más incómodo de lo que era.
