Si pudiera describir la mañana siguiente con una sola palabra sería: incómoda. Cuando desperté Sebas ya no estaba a mi lado, tal vez no es de los que se levantan abrazando a la persona con la que duermen, pero después de su insistencia en que me quedara, esperaba al menos encontrarlo junto a mí.
Fue muy distante, desde el primer momento en que lo vi se notó su actitud; desayunamos en un gran silencio, me llevó a mi apartamento y se despidió con un simple: adiós.
No me preguntó si me gustaría ir a la oficina juntos y ni siquiera me dijo que ahí nos veíamos. No me miraba a los ojos, no me dio ni un solo beso en la mejilla y mucho menos un toque, era como si todo lo que llevábamos construyendo toda la semana se hubiera apagado.
Así fue durante todo ese día y lo restante de la semana, estoy segura que si no fuera por el hecho de que teníamos trabajo que hacer juntos me hubiera evitado por completo. Todas las veces que hablábamos o nos veíamos era sobre el trabajo, nada más. Le he dado vueltas todos los días, pero no encuentro algún motivo a su actitud de mierda, porque eso es lo que es, una actitud de mierda.
Esperaba que cancelara el plan de conocer a sus amigos, pero como nunca pasa con él lo que espero, me sorprendió cuando el viernes me dijo a modo de despedida: nos vemos mañana. Y de verdad estuve a nada de cancelarlo, ¿para que seguir con el plan? Después de los últimos días lo que menos quería era salir con él -y nuestros amigos- a un club. Pero me gana más la curiosidad por conocer a sus amigos, además que me hace falta salir a divertirme un rato.
Así que ahora Katie, Mimi y yo, estamos decidiendo que usaremos esta noche, normalmente elegiría algo más reservado, pero esta vez quiero lucir todo mi cuerpo, esta noche no solo es para conocer a los amigos de Sebas, también es para conocer a alguien que si quiera tocarme y tal vez hasta besarme. Así que me decido por una blusa de tirantes plateada con brillos y una falda- short color negro, no tan ajustado del frente, pero por atrás me hace una forma espectacular, y con unos tacones de ensueño.
Ya nos estamos arreglando porque necesitamos nuestro tiempo ya que le dedicamos 30% a maquillarnos y arreglarnos y el 70% a cantar y bailar. Son casi las siete y justo en este momento recibo un mensaje de texto.
Sebas: Paso por ustedes a las 8.
Está loco si piensa que voy a aceptar eso, nosotras vamos a llegar a la hora que queramos y como queramos.
Cami: No gracias, nos vemos allá.
Sebas: ¿Acaso viste algún signo de interrogación en mi mensaje?
Cami: Ahora lo estoy viendo. Adiós.
Lanzo el teléfono a un lado, imbécil, con solo un mensaje de texto logra ponerme de mal humor.
-Supongo que no era un mensaje de tu mamá. - Mimi se sienta a mi lado.
-¿Pueden creer que me dijo que nos recogía a las 8? No sé quién se cree para darnos órdenes.
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All I Ask
Teen Fiction¿El destino es cruel? Por supuesto. Camille está segura de ello. Ella no confiaba en que podía llegar a amar hasta que llegó alguien que le hizo ver las cosas de otra forma pero, ¿qué pasa cuando esa persona te falla? El destino hace su mejor jugada...