¿El destino es cruel? Por supuesto. Camille está segura de ello. Ella no confiaba en que podía llegar a amar hasta que llegó alguien que le hizo ver las cosas de otra forma pero, ¿qué pasa cuando esa persona te falla? El destino hace su mejor jugada...
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Después de que acepté su trato, el apartamento se quedó en silencio, tal vez está pensando en sus preguntas o está demasiado concentrado en preparar la pasta que prefiere esperar a hacerlas.
- Comenzaré yo - dice de pronto rompiendo el silencio unos minutos después. - Vamos a empezar con una pregunta tranquila. ¿Cómo llegaste aquí? Después de la escuela, ¿qué hiciste?
-Entré a la Universidad de Columbia.
- ¿En serio? Wow eso es... impresionante, felicidades, sé que llega un poco tarde pero aun así es un gran logro que merece felicitación.
-Si, solicité becas en muchas partes del país, esta fue una de las tres que obtuve, era la que quedaba más cerca de mi casa así que acepté, así podría visitar a mi mamá. Estudié escritura creativa mientras vivía en la residencia de la Universidad, y después tuve que buscar un trabajo, la beca era muy generosa pero la vida de estudiante no era nada barata. Así que por las noches trabajaba como mesera en un restaurante llamado "brilhando", y así durante un tiempo hasta que tuve que iniciar mis prácticas, busqué un lugar que se adecuara a mis horarios y el lugar perfecto fue Hammond Advertising.
Veo que le agrega tomate a la pasta mientras yo continúo hablando.
» Comencé desde abajo, de jueves a domingo trabajaba como asistente, los demás días iba a la Universidad y por las noches iba al restaurante. No dormía lo suficiente, ni mucho menos comía, apenas tenía tiempo para bañarme -suelto una pequeña risa al recordar- con todas las tareas y el trabajo que tenía, hasta que Geoffrey - le digo refiriéndome al señor Hammond, le digo asi cuando él no esta presente, aunque él lo sabe. Sebastian abre la boca para interrumpirme, pero yo no lo dejo y continúo contando- me pidió que dejara el restaurante y me dedicara a mis prácticas.
- ¿Y aceptaste?
-Si, no era nada sano para mí la forma en la que estaba viviendo, también me dijo que se convertirían en prácticas pagadas, y la verdad es que era mayor a lo que ganaba en el restaurante, por eso acepté. Después de eso tenía más tiempo y le dedicaba mucho a mi trabajo, él comenzó a notarlo y así comencé a subir de puesto hasta llegar a donde estoy.
- ¿Eres feliz? – deja de hacer lo que está haciendo, voltea a verme y se acerca a la barra de desayuno, coloca sus brazos cruzados encima de ella e inclina su cuerpo hacia mí.
-Esa ya es tu segunda pregunta.
-Lo sé, pero quiero saber si lo eres. Y no solo en tu trabajo, ¿eres feliz en tu vida?
Pienso un momento en su pregunta, creo que nunca me he sentido completamente feliz, estoy muy agradecida por que tengo salud, familia, amigos y un trabajo que amo, pero llegar a la gran felicidad es algo que no creo que alguien haya conocido en su vida, y yo por lo menos no siento que haya llegado ni a la mitad de esa felicidad.
-No lo sé, soy feliz en ciertos momentos, cuando estoy con mis amigas, cuando visito a mi familia, o cuando hago algo que me gusta. Pero sinceramente es muy difícil que alguien sea completamente feliz, y si es que es posible yo no lo he experimentado.
