Capítulo 20

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El sábado había llegado y no tenía idea de qué ponerme. Consideré que ya era hora de usar el vestido que me había regalado mi abuela, así que me lo puse. Aún no terminaba de gustarme cómo me quedaba, pero eso ya daba igual. Me maquillé un poco y en los pies me puse unos zapatos no tan altos, algo que era bueno para la noche. Le dije a mi mamá que ya me iba.

-Suerte-me dijo.

-Gracias, no me tardo.

Tomé un taxi hasta el centro comercial y cuando llegué vi a Francisco sentado en un banco. Él me avistó y caminó hasta a mí.

-Paula...estás hermosa.

¿Qué? Los cumplidos son algo nuevo para mí.

-Gracias...-le dije.

Francisco estaba vestido con una camisa de color rojo y unos pantalones negros. Era lindo pero por alguna razón yo lo veía como amigo.

-¿Te parece que vayamos a comer allí?-me preguntó señalando un restaurante.

-Seguro.

Fuimos hasta el lugar y cuando llegamos nos sentamos en una mesa doble.

-Bueno, quería charlar contigo, se me hace interesante-me dijo.

-Pues, bien, es divertido que hablemos.

-La verdad fuiste muy valiente el otro día al poner a esos dos idiotas en su lugar.

-¿Por qué te juntas con ellos si son idiotas?

-No me junto con ellos, con los demás sí, pero ellos siempre están ahí.

-Ah...

El camarero vino y pedimos la cena. El lugar estaba ambientado con suave música. Era un restaurante grande, con las paredes blancas y muchas mesas de madera, algo al estilo vintage.

-Tenía pensado que después vayamos al parque a ver la laguna-comentó.

-Es una buena idea.

-Sí, con la luz de la luna se ve genial.

Me limité a sonreír y luego llegaron nuestros platos. Yo había pedido una ensalada, porque aunque estuviera tratando de comer no iba a deleitarme con una hamburguesa o una porción de pizza.

Cuando terminamos de comer, él sacó su billetera y yo quise impedírselo.

-No vas a pagar todo tú-le dije.

-Yo te invité, yo pago.

-Pero al menos dividamos...

No me hizo caso y pagó todo él.

-Eres testarudo, ¿cierto?

-Solo cuando quiero.

Salimos del restaurante y cruzamos la calle para ir al parque. La luna alumbraba el agua de la laguna y se podía ver algunos patos.

-En serio es muy lindo el parque de noche-dije.

-Sí...

Nos sentamos en un banco cercano a la laguna y nos quedamos en silencio un rato.

-Paula, me la paso tan bien contigo...

-Gracias, bueno, poca gente me ha dicho eso...

-Eso es porque poca gente te conoce de verdad.

Noté que el se acercaba cada vez más a mí.

-Te lo digo muy en serio. Además tienes unos ojos preciosos.

El calor subía a mis mejillas y de repente sentí su mano en la mía. Recordé el contacto de Mateo y me aparté involuntariamente.

-¿Qué pasa?-me preguntó.

-Nada, lo siento.

-Te quiero.

Lo miré y puso su mano en mi rostro, acercándose a mí cada vez más, hasta que sus labios se juntaron con los míos. Mientras esto sucedía, no sentía nada en especial, era raro, pero dejé que me besara. Cerré mis ojos y traté de descifrar mis sentimientos, aunque no lo logré. Finalmente nos separamos y él me sonrió. Le devolví el gesto aunque solo por compromiso. La pregunta que hizo a continuación me dejó pasmada.

-Dime, ¿quieres salir conmigo?

Hola, nunca escribo después de ningún capítulo así que creí que ahora podía hacerlo. Gracias a los que leen las historia por más pocos que sean, cuando empecé no creí que llegaría a 1000 vistas, ni siquiera a 100. Espero que les guste como va y disfruten porque falta bastante para terminar esta historia. Ahora una pregunta...¿qué dicen? ¿Les gustaría Paula y Francisco como pareja? ¿Qué hará ella?

No hables con extrañosHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin