EL COLOR EN SUS OJOS

CAPITULO 21 LA NOCHE DEL ECLIPSE

POV CAMILA

Casi un mes, habían pasado 27 días sin verla, sin escuchar su voz, sin besar sus labios y sin poder abrazar su cuerpo

Cada maldito día la extrañaba más pero aunque quisiera contarle todo y decirle la verdad, siempre me detenía pues mi único motivo para no salir a buscarla era saber que estaba a salvó.

Los días estaban pasando de manera lenta y monótona, volví a ser la Camila que era antes de conocerla, volví a ser esa chica que era difícil de asombrar, pero sin embargo un pequeño fuego seguia encendido en mi, yo no permitiría que le hicieran nada a Lauren porque la protegeria aún y cuando no pudiera estar a su lado...

Cómo ahora ya habían acabado las clases, oficialmente había terminado mi carrera tal y como se lo prometí a mi padre por lo que podía irme a España y aunque mi plan al principio era estar allá un año entero, ahora solo bastaba con unos meses pues también queria estar en la misma ciudad que mi chica de ojos verdes, porque así sentía que la tenía cerca aunque nisiquiera pudiera verla de lejos.

Ya no regrese al CIC porque se lo prometí a Lauren, ese mensaje de texto que me envió fue el último contacto directo que tuvimos y sin embargo no le envié una respuesta porque si lo hacía terminaría confesándole cuanto la amaba.

Me pasaba los días en mi departamento porque había decidió vivir sola y mi padre no se opuso, pues dijo que yo ya era una persona adulta y podía tomar mis propias decisiones pero que debía tener cuidado siempre, aunque la verdad era que el mayor tiempo lo usaba en ordenar el lugar, leer algo o ver alguna película o algunas veces volví a pintar aunque ahora mis cuadros nada tenían que ver con lo que eran antes, ahora los colores oscuros eran los que predominaban en ellos pues sentía que con ellos quería representar mi tristeza...

En uno de los días en que estaba ordenando algunas cosas en mi armario, encontré aquella hoja de papel en donde había hecho el dibujo del eclipse que quería pintar para colocar en la que sería nuestra habitación y nuevamente la nostalgia me invadía al recordar esos momentos felices en que las dos soñabamos con compartir nuestra vida y formar una familia

Hace algunos días me dedique varias horas a ese cuadro el cual ya tenía plasmado en dibujo pero aún hacia falta el color, solo que ahora ya no sería como el que imaginé la primera vez en mi cabeza en donde los tonos vivos y alegres reflejarían toda mi felicidad, porque ya no me sentía feliz, ahora la nostalgia invadía mi corazón pues recordé ese día en donde le dije a Lauren que nuestra historia de amor era como la del sol y de la Luna y ella me dijo que aunque fuera una historia hermosa no tenía nada que ver con la nuestra, porque ella y yo podíamos estar juntas...

Pero ahora nuestra historia era esa, éramos como esos amantes eternos y cuyo amor era imposible, sin embargo en su historia ellos buscarían la manera de por lo menos compartir un momento juntos, aunque la diferencia entre ellos y nosotras sería que mi princesa me odia y tal vez algún día ese odio haga que se olvide de mi y entonces nuestro amor no tendría la oportunidad de sobrevivir

Hoy más que nunca me sentía tan nostálgica y sentía que la pintura podría ayudarme a sacar toda esa melancolía así que esa noche quería dedicarme a pintar, preparé mi estudio y todo el material que necesitaba y parecía que los recuerdos no querían dejarme porque de inmediato en mis pensamientos aparecían esos momentos en donde yo me dedicaba a pintar y ella admiraba mi trabajo para después escuchar sus críticas y en donde la mayoría de veces me gustaba llenar su cuerpo de pintura porque sabía bien que lo siguiente entre nosotras sería terminar haciéndonos el amor...

Así seguía con miles de pensamientos en mi cabeza cuando el sonido de mi puerta indicando la llegada de un visitante interrumpió mi momento, me sentí irritada y lo único que deseaba era que no se tratara del estúpido de Shawn porque me había visitado un par de veces sin razón alguna y siempre terminaba sacándome de mis casillas por sus estupideces, pero entonces me sentí tranquila porque recordé que me había dicho que se iba a unos días a Canadá y respire con alivio pero ahora tenía curiosidad de saber quien estaba llamando a mi puerta...