Querer.

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—Bueno, —Adara se aclaró la garganta exageradamente. —¿y qué haremos con el ejército de neófitos?

—Destruirlo, y hacerlo pronto si queremos evitar que los Vulturis se involucren. —contestó Jasper en tono severo. Su postura se había mantenido relajada mientras Alice contaba sus visiones, sin embargo, ahora que regresaban al tema central, volvió a mantener el cuerpo tenso. —Puedo enseñarles a luchar, aunque llevaremos la desventaja; ellos no se preocupan por la discreción, pero nosotros debemos hacerlo.

—¿Nadie ha pensado que nosotros somos la razón detrás de su creación? Nos ven como una amenaza.

—No lo creo, lo habría visto. —le aseguró Alice a Edward, quien aún se mantenía atento a cada reacción de Bella. —He visto atisbos, destellos. Pero no bastan para poder interpretar que sucede. Toman decisiones apresuradas, no me permiten ver algo claro.

La conversación con Jasper en la que le contó como había logrado escaparse de Alice vino a su mente. No podía ser una coincidencia que Jasper y los neófitos hicieran lo mismo... quien lideraba el ejercito quería llevar la ventaja.

—Lo hacen a propósito, saben tus alcances y límites. —Edward asintió, conociendo el contexto detrás de las conjeturas de Adara.

—¿Y que estamos esperando? Vamos por ellos. —dijo Emmett, quien se había mantenido en silencio hasta ese momento.

—Jasper, necesitaremos que nos enseñes a destruirlos. —todos notaron la tristeza en los ojos de Carlisle.

—Aun con Adara no será suficiente, necesitaremos ayuda. —Adara sonrió alegre de que -a diferencia de Edward- Jasper la tomara en cuenta en los planes. —¿Crees que el clan de Tanya estaría dispuesto?

Jasper le extendió un teléfono celular a Carlisle. No tenían tiempo que perder.

Todos escucharon atentamente la llamada, en especial Bella, que necesitaba concentrarse para poder comprender lo que Carlisle decía apresuradamente.

—Vaya... no teníamos idea de que Irina lo veía de esa forma. —dijo Carlisle con un dejo de sorpresa, luego su voz se volvió dura, amenazante. Adara se sorprendió ver a Carlisle de esa forma. —Eso está fuera de discusión. Ninguno ha roto el tratado y así nos mantendremos.

Carlisle cerró el teléfono sin esperar respuesta. Todos pasaron la vista de él a Edward, haciendo conjeturas.

—Al parecer Laurent e Irina tenían un vínculo. Ella les guarda mucho rencor a los lobos por matarlo para salvar a Bella, y a Adara... por mentir sobre su transformación, por "manchar" la memoria de Laurent diciendo que dejó la dieta a base de animales solo para poder acabar con ella.

—¡¿Qué?! —gritó Adara, enfurecida. —Es una broma, ¿cierto?, ¿Por qué demonios mentiría yo sobre eso?

—Se niega a creer que él cedió ante sus impulsos.

Rodó los ojos con fastidio, odiando a la tal Irina. Nunca se habían visto, nunca habían hablado, lo único que sabía de ella es que era parte del clan Denali, quienes eran lo más cercano a una familia para los Cullen y aún sin saber nada la una de la otra se había atrevido a catalogar a Adara como una mentirosa solo por su tonto enamorado.

Adara refunfuñó de brazos cruzados recordando los últimos momentos de su vida, el discurso de Laurent y el dolor... el insoportable e indescriptible dolor de la mordida. Se estremeció sacando de su mente aquel recuerdo.

[***]

—Alguien está de buen humor. —canturreó Edward cuando Adara entró a la cocina.

Bella levantó la vista comprobando que, aunque tratara de esconderla, una sonrisa le adornaba el rostro a su hermana.

Turmalina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora