—¿Está haciendo la cena? —preguntó Adara entrando a la habitación.
Bella estrujó nerviosamente el papel entre sus manos, sorprendida por la repentina entrada de su hermana. Adara la observó inquisitoria. Estaba a punto de preguntar cuando el aroma a quemado se intensificó.
—Dime que no soy la única que huele eso.
Bella olfateó al aire un par de veces antes de salir corriendo al piso de abajo. Adara se acercó a la cama para tomar la nota y leerla. El nerviosismo de Bella le provocaba curiosidad. No reconoció la letra, era tosca, ruda. Leyó el nombre al final de la carta: "Jacob". Arrugó la nariz en una mueca de desagrado. Ese chico solo había provocado problemas en Bella desde que volvieron de Italia. Si antes trataba de tolerarlo ahora no le importaba en lo absoluto.
Dejó la nota justo como la encontró, perdiendo todo interés en leerla y bajó a la cocina donde Bella trataba de rescatar el espagueti que su padre había quemado. Adara se acercó y le quitó los utensilios. Bella tomó asiento frente a Charlie quien parecía querer conversar de algo importante. Mientras despegaba la pasta del sartén tratando de separar los pedazos crudos, quemados y cocinados Charlie y Bella comenzaron a hablar de Edward y Jacob. Pudo sentir la tensión entre ambos sin necesidad de su don. Decidió invertir un poco más de tiempo del necesario en servir la comida, incómoda por ser una intrusa en la conversación.
—Creo que ambas se merecen libertad condicional por buen comportamiento.
Ambas alzaron una ceja mientras Adara dejaba los platos y la salsa de tomate en la mesa.
—¿En serio?, ¿podemos salir?
Obviamente Bella estaba mucho más emocionada por la libertad. Adara no estaba interesada en tener permisos; no los necesitaba. No tenía amigos o un novio para desear salir y, en realidad, no los quería. Estar encerrada en casa era su única motivación de día, con o sin castigo, no tenía intenciones de abandonarla.
Aún le asustaba salir y estar cerca de las personas, temía no poder controlar su sed por lo que solo salía en situaciones extremadamente inevitables, como ir a la escuela.
Además de eso, las únicas ocasiones en las que salía era al visitar el bosque por la noche, donde sino estaba cazando estaba aprendiendo a manejar su don. No lo usaba con nadie puesto que prefería perfeccionarlo sola, simplemente practicaba su concentración, su autocontrol.
Todos bañaron los espaguetis en salsa de tomate tratando de ocultar el sabor. Adara fue la única que comenzó a comerlos sin hacer muecas; toda la comida le sabía pastosa y desagradable, si estaba cocinada o cruda era igual. Charlie y Bella trataron de ocultar el mal sabor de boca.
—Con una condición... bueno, una petición. —se corrigió. —Quiero que usen su nueva libertad para salir con amigos, que mantengan un equilibrio.
Adara sonrió con burla, ¿de qué amigos hablaba Charlie? Asumió que aquello iba más para Bella, que se la pasaba todo su tiempo disponible con Edward.
—No pueden olvidar a sus amigos. —Adara volvió a sonreír amargamente. —En especial a Jake.
—Jacob nunca ha sido mi amigo.
—Bueno, ¿qué hay de Leah? Solían ser muy unidas y luego le dejaste de hablar. Ni siquiera cuando pasó lo de Harry...
—Ella no quería hablar conmigo y estoy segura de que sigue sin desearlo. —le interrumpió.
—¿No los echan de menos ni un poco? —Bella asintió levemente y Adara mintió al negar.
No importaba si extrañaba a Leah fuera en el sentido que fuera, estaba segura de que si intentaba acercarse ella buscaría cualquier pretexto para encajarle los dientes y arrancarle la cabeza. Los quileute eran menos amables y razonables, y combinado con el carácter de Leah...
Adara se estremeció levemente.
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Turmalina.
FanfictionEl brillo comenzaba a formar parte de ella, aunque en ocasiones la oscuridad la reclamaba. Publicada: 29/01/2021 Terminada: 15/03/2021 》Secuela de Hematoide.《 » Libro 3/4 inspirado en la saga de Crepúsculo « Orden: 1.- Jaspe. 2.- Hematoide. 3...