Turmalina.

¿Manipulación?

Igual que todos los días, llegó a casa unos minutos después de Edward y Bella. Ambos le insistían en que podía irse con ellos y dejar de usar el cacharro que habían recibido de regalo al mudarse, pero la idea de pasar tiempo con la feliz pareja le revolvía el estómago.

Edward aun no era muy de su agrado, aún quedaban cabos sueltos. Y Bella... bueno, en realidad no tenía ningún problema con su hermana, solamente algo no terminaba de encajar.

—¿Ada? —escuchó que la llamaban desde el segundo piso.

—¿Quién más sería?

Besó la mejilla de Bella y saludó a Edward con un asentimiento de cabeza.

—¿Algo que quieras decirle a mamá? —señaló la computadora con la cabeza.

—Ah... —se detuvo unos segundos al no saber que contarle a su madre. Bella le señaló una parte específica del texto donde preguntaba por Jasper. —Uh... dile que estoy bien, que ya me levantaron todas las detenciones y que estoy tratando de hacer amigos justo como me lo pidió. —Bella entrecerró los ojos. —¿Qué? Una mentirita piadosa no le hará daño.

—¿Y de esto? —volvió a señalar el apartado dedicado a Jasper.

—Eh, no sé, dile que... ¡ay, no se!

—¿Qué tal una mentirita piadosa?

—Tú no te metas. —su gruñido no intimidó a Edward ni un poco. —Ugh, pues, dile "está bien, mamá, supongo, no se ¡porque ya no estamos juntos!" —se llevó las manos al rostro en un ademan de frustración. —¿Por qué sigue preguntando por él? Si tanto le interesa que le mande mensajes a él.

—Tal vez sabe que van a volver. —Bella asintió, de acuerdo con su novio.

—¿Ella que va a saber? Ni yo lo sé, nadie lo sabe.

—Alice lo sabe. Si Alice sabe todos lo sabemos.

—¡Bella! ¿de qué lado estas?

—No hay lados, Ada, solo digo. —se encogió de hombros tratando de verse relajada. —¿Tan horrible te parece pensar en Jasper de esa forma?

Adara suspiró nerviosa. Que Edward escuchara sus pensamientos eran algo muy distinto a que escuchara una conversación. La mirada expectante de Bella la convenció, de una u otra forma Edward se enteraría.

—No es eso, Bells... me aterra pensar que si vuelvo a confiar en él desaparecerá.

—Jasper no quería dejarte y lo sabes. Todo fue mi culpa.

—No, Bella, ni se te ocurra. No fue culpa de nadie, ¿de acuerdo? Todo fue un gigantesco accidente y... ¿qué haces? —desvió su atención al sentir la presencia de Edward detrás de ambas.

—¿Qué fue lo que hicieron? —tomó el estéreo roto que Emmett y Rosalie les habían regalado por su cumpleaños. —¡Lo asesinaron!

—¡Fue Bella! —se apresuró a decir, señalándola, ella se limitó a encogerse de hombros.

—Lo reemplazaré antes de que se den cuenta.

—No es necesario, no fue la gran cosa.

—Créeme, Adara, no lo hago por ustedes. Aunque no les haría daño disfrutarlo... no es como que le hayan podido sacar provecho a sus otros regalos.

Edward fingió abanicarse con lo que Adara identificó eran los boletos de avión. Entrecerró los ojos acusatoriamente, comprendiendo por qué Jasper había mencionado el viaje frente a Mike. Ya lo tenían todo planeado, la nueva interrogante era el por qué.