Cita.

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El día entero Adara lo pasó en su habitación recordando cada detalle de la noche anterior, en especial la parte donde Leah se había detenido a verla, ¿habría querido decirle algo?, ¿qué sería eso?, o tal vez no, tal vez la repudiaba, ¿habría pensado en atacarla?

Trató de sacarla de sus pensamientos, consciente de que Edward podría malinterpretar todo.

Se dejó caer en la cama, dejando volar su imaginación y creando un escenario ficticio donde Jasper hubiera respondido el empujón de Leah. ¿Por qué lo había hecho?, ¿Leah aun gustaría de ella?, ¿o simplemente Jasper era su Cullen menos favorito? Esa última opción le pareció la más lógica.

Bajó corriendo las escaleras cuando escuchó a Bella despierta. Por el entrenamiento habían vuelto a casa muy tarde.

—¡Buenos días, bella durmiente!, ¿descansaste?

Le dio un beso al aire y se sentó frente a Bella, que asentía mientras se llevaba el tenedor a la boca.

—¿Puedes decirle a tu hermana que ponerse en peligro no ayudará a nadie? —Adara frunció el ceño.

—Jasper cree que sí.

—Jazz no sabe de lo que habla. —agitó la mano al aire, restándole importancia.

—En esta área él es el experto.

—Bells, no me importa que Jasper tenga un siglo de experiencia y sea un gran estratega militar. De hecho, no me importa si la reina misma viene en persona; no nos harás cambiar de opinión. —Edward sonrió, aliviado de al fin tener el respaldo de Adara.

—No pueden obligarme.

—Claro que sí. Escúchame, Isabella, te ataré a un árbol de ser necesario, así que no me retes porque sabes que lo haré.

—Además, le diremos a Seth que cuide de ti. —agregó Edward, feliz de no ser él quien forzara a Bella a obedecer.

—Le diré a Seth que me deje ir.

—Le diré a Sam que le dé instrucciones a Seth. —Adara cruzó los brazos con una sonrisa arrogante.

—Y en caso de que trates de ir a con Sam, lo hablaremos con Jacob, al ser el segundo al mando Seth tendrá que obedecerlo.

Bella refunfuñó. Quería que su hermana y su novio se llevaran bien, pero no le gustaba que se aliaran en su contra.

—Por cierto, ¿cómo te enteraste de lo de Leah Clearwater?

Sin planearlo recordó vagamente algunos momentos con Leah. Edward pudo ver a ambas chicas corriendo por la playa, a Leah recargada en el hombro de Adara mientras ella conducía, a ambas recostadas en el cofre de la camioneta, viendo las estrellas y por último vio a Adara entre los delgados brazos de Leah, que tenía la barbilla recargada en el hombro frente a ella.

—Sam me contó. —se limitó a decir. Bella enarcó las cejas sin comprender que hablaban. —Leah es una mujer lobo. —explicó.

—Pobre de ella. —susurró Bella.

—No estoy seguro de que merezca tu compasión, disfruta hacerles más difícil la vida a la manada.

—Tiene razones de sobra. —dijo Adara, fingiendo desinterés, pero recordando el horrible triángulo amoroso entre Leah, Sam y Emily.

—¿Por qué siempre debes buscar a quienes tienen una personalidad tan complicada? —enarcó las cejas, fingiendo no entender a que se refería.

—¡Cierto! Es como un patrón. —Adara rodó los ojos viendo como Bella repasaba una lista en su cabeza, usando los dedos para contar.

—No le diré a Jasper lo de Leah, me enteré por mero accidente. —aseguró.

Turmalina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora